Ben Kaufman, fundador de Quirky admite que el Internet de las cosas aún está lejos de las personas de apie. “Esta nueva era es todavía algo de hackers, innovadores y gente rica”, confesaba el joven de 27 años.
Pero Quirky sabe que esto va a cambiar pronto y es pore so que está centrando toda su energía hacía ese nicho de mercado. Su alianza con Wink, compañía especializada en software de dispositivos inteligentes para casas, lo confirma. Los smartphones y tabletas de Wink ofrecerán a los consumidores un menú digital donde estarán conectados todos los dispositivos del hogar para poder controlarlos con unos simples golpes táctiles a sus pantallas.
Varias empresas grandes como General Electric, Honeywell o Philips están perfilando sus nuevos productos basados en esta nueva opción tecnológica. Lámparas, videocámaras, puertas de garaje, calefactores,…
Habrá que seguir muy de cerca los lanzamientos de esta start-up, que empezaran a anunciarse a partir de julio, ya que el futuro pasa por ahí.