Huawei saca músculo con los Mate 20 y 20 Pro (y el reloj Watch GT)

Ambos móviles llegan con tres cámaras traseras y estrenan los últimos procesadores Kirin fabricados por Huawei, con un cerebro doble dedicado a la Inteligencia Artificial

Hablar de Huawei es hablar del imparable ascenso de un gigante de las telecomunicaciones. Y de una compañía con la ambición de convertirse en líder del mercado. De hecho, no ha tenido ningún reparo en proclamarlo. Quieren liderar la telefonía móvil, desplazando a quien haga falta de sus puestos, y tienen una hoja de ruta planificada para lograrlo. Los Mate 20 y 20 Pro suponen un peldaño más en su estrategia para asaltar la gama más alta, la de terminales en el entorno de los 1.000 euros.

La gran, la enorme diferencia entre Huawei y otras compañías con aspiraciones de compartir (o desplazar) el podio de los mayores vendedores con Samsung y Apple es que ya lo han logrado.

En nuestro país, los tres mayores vendedores, por cuota de valor (facturación) son Samsung, con el 34%; Apple, con el 25% y Huawei con el 23%. Sin embargo, cuando se estudia la distribución del mercado en función de las unidades vendidas, las posiciones cambian. Samsung continúa en primer lugar con el 29% de los terminales vendidos, Huawei ocupa el segundo puesto, pero muy cerca, con el 26%, mientras que Apple apenas tiene el 10%. La marca española BQ aparece en quinto lugar, con el 6%, justo detrás de Xiaomi, que cuenta con el 9%.

El repaso de estas cifras pone de manifiesto la importancia de cada lanzamiento. Un modelo fallido puede suponer ceder puestos y añadir años a la hoja de ruta para lograr los objetivos propuestos.

Y en ese entorno de presión se encuadra la presentación de esta semana. Cada paso se ha dado con cautela, asegurando bien el terreno, sin dar grandes saltos ni meterse en caminos sin explorar. Fuera riesgos: diseño continuista, profundización en la inteligencia artificial, corrección en el uso de las tres cámaras… La innovación más importante procede del procesador, ambos terminales llevan el Kirin 980, el primero dentro del universo Android con tecnología de siete nanómetros.

Para el 20 Pro, se ha utilizado además la experiencia obtenida con el Mate RS diseñado por Porsche. En este terminal, que se anunció con un precio de unos 1.700 euros (tan caro como el iPhone más caro, el Xs Max con 512 gigas de almacenamiento), se incluía un escáner de huellas dactilares bajo la pantalla que ahora sirve para desbloquear el Mate 20 Pro.

Corazón y cerebro

La familia Mate llegó al mercado en mayo de 2014 con el Mate 7 y la intención de demostrar de lo que era capaz Huawei en el terreno de los terminales inteligentes. En esta última edición, los Mate 20 tienen como público destinatario a los nuevos emprendedores, a los profesionales en movilidad que deben trabajar en cualquier espacio.

Para lograrlo los han dotado del Kirin 980, el chip fabricado por Huawei que presentaron en la última IFA berlinesa el pasado mes de septiembre. Fabricado con tecnología de siete nanómetros, le permite aumentar la potencia significativamente y, simultáneamente, reducir el consumo y el calentamiento. De hecho, según las cifras que aportaron en la presentación, comparándolo con el Snapdragon 845, el más poderoso hasta la fecha fabricado por Qualcomm y que emplea la mayoría de las marcas para sus terminales estrella, es el 22% más potente con un consumo el 32% menor.

Tiene ocho núcleos que trabajan de forma balanceada para lograr grandes rendimientos con consumos equilibrados. Dos de ellos están orientados a alto rendimiento, otros dos a mantener buen rendimiento y consumo equilibrado y los cuatro restantes se orientan a las operaciones de bajo consumo. Los cuatro primeros son, por primera vez, Cortex A76 y los otros cuatro Cortex A55.

No sólo son pioneros en la utilización de los núcleos Cortex A76, sino que están equipados con un Dual NPU (doble unidad de procesador neuronal). Los NPU son los encargados de la Inteligencia Artificial, el cerebro que permite que una cámara reconozca objetos, por ejemplo. En esta ocasión, consigue identificar hasta 4.600 imágenes por minuto, logra un aumento del 143% en el rendimiento del terminal y un incremento del 88% respecto a la eficacia energética con respecto a la generación anterior.

Traducido al uso del terminal, logrará un mejor trabajo con las cámaras, mayor velocidad de proceso con menor consumo de batería.

¿Dos días sin cargar el móvil?

La autonomía de un móvil es una cuestión de compromiso con el volumen que estemos dispuestos a acarrear. El Mate 20 Pro lleva una batería de 4.200 miliamperios y mide 8,6 milímetros de grosor (el Mate 20 se queda en 4.000 miliamperios y es un poco más fino: 8,3 milímetros), parece un buen equilibrio. Consiguen dos días de autonomía que hay que combinar con la comodidad de la carga rápida. El cargador de 40 vatios le permite reponer el 70% de la batería en 30 minutos.

Los dos terminales son compatibles con carga inalámbrica rápida. En la presentación la compararon con el iPhone X: un 160% más veloz.

Una batería de 4.200 miliamperios da para bastante, tanto que podría servir de batería extra para otros dispositivos. El Mate 20 Pro utiliza su sistema de carga inalámbrica de forma reversible. Es decir, en lugar de recibir energía, la comparte. Antes de la presentación se habían visto imágenes del 20 Pro cargando unos auriculares inalámbricos similares a los AirPod de Apple; pues también cargan un móvil: se activa la función en configuración, se unen los terminales por la trasera y comienza la recarga.

Del blanco y negro al gran angular

Cuando comenzó la moda de instalar dos cámaras principales en los móviles, hubo diversidad de opiniones. Unos las utilizaron para crear el efecto de desenfoque de fondo en los modos retrato; otros optaron por dedicar la segunda cámara a gran angular y otros, como el caso de Huawei, aprovechó su acuerdo con Leica para dedicar una lente a captar imágenes en blanco y negro.

Con los Mate 20, eso ha cambiado. En lugar de blanco y negro se dedican a gran angular, con lo que sus cámaras tienen un rango mucho más amplio, no sólo por sus funciones de tele y super gran angular, sino porque entre las tres cámaras y la inteligencia artificial de su procesador neuronal dual logra un modo macro espectacular, enfocando objetos a dos centímetros y medio de la lente.

Las cámaras también se apoyan en la Inteligencia Artificial para optimizar cada toma en tiempo real. Mide y toma cada capa de la imagen encuadrada y las muestra en una imagen única mejorada.

Tanto la potencia del procesador como la capacidad de Inteligencia Artificial permiten llevar al vídeo buena parte de los efectos a los que estamos acostumbrados en fotografía. Uno de los más atractivos es grabar un vídeo en el que sólo aparece en color el sujeto central. Todavía no es muy estable y en cuanto se cuela algún objeto en el encuadre se puede perder el efecto, pero, en general, mola.

Las cámaras, además del tamaño, material y resolución de las pantallas, son una de las características que diferencian al Mate 20 del 20 Pro. Este último, como se puede ver en la tabla de especificaciones más abajo, cuenta con mejores resoluciones para las tres cámaras traseras.

Seguridad por la cara

La otra gran diferencia entre ambos modelos es la seguridad. Tanto física como de acceso al terminal. Para empezar, el Pro cuenta con resistencia al polvo y al agua IP68, la máxima que se otorga a equipos electrónicos comerciales, frente al IP53 del 20. Eso quiere decir que, mientras el Pro se puede sumergir, el 20 apenas soporta salpicaduras.

En cuanto al control de acceso al terminal, el Mate 20 mantiene el lector de huellas en la parte trasera, pero el Pro ha heredado el escáner de huellas bajo la pantalla que inauguró Huawei con su Mate RS, el terminal hiper caro diseñado por Porsche. Para desbloquear hay que colocar el dedo cuya huella se ha registrado en un punto concreto de la pantalla, señalado por un icono que se ilumina.

Además de este sistema que no resta ningún espacio a la pantalla, como sí hacen los habituales, el amplio flequillo frontal del Pro oculta todos los sensores necesarios para realizar el desbloqueo basado en el reconocimiento facial al estilo del iPhone X.

El Mate 20, a cambio, tiene un flequillo muy pequeño, lo suficiente para la cámara delantera, un gran angular de 24 megapíxeles, con una apertura f/2.0.

Fabricado en cinco colores (rosa, azul, verde, twilight -un degradado del morado al azul claro basado en las auroras boreales- y negro), aunque a España no llegarán el rosa ni el twilight, que se queda para la gama P.

Ficha básica del Mate 20 Pro y el Mate 20

Un reloj con dos semanas de autonomía

Los Huawei Mate 20 no fueron los únicos protagonistas de la presentación. El Watch GT, un reloj inteligente con aspecto deportivo, compartió escenario. Acostumbrados a que los relojes de este estilo rara vez superen los dos días de autonomía, uno que resista dos semanas sin tener que recargarlo llama poderosamente la atención.
Está equipado con un doble chip cada uno encargado de realizar las tareas en función de la necesidad de velocidad de proceso. Las funciones que no requieren mucho proceso las realiza el de baja velocidad, que consume una sexta parte de la batería que el de alta velocidad. De esta manera, el consumo medio es bastante más bajo y se pueden lograr esas dos semanas.

El Watch GT, fabricado con caja de acero inoxidable y con bisel de cerámica, monitoriza actividades al aire libre y en recintos cerrados, cuenta con sensor de pulso en la muñeca, utiliza las tres redes de satélites (GPS, Glonass y Galileo) para hacer un seguimiento preciso de los recorridos y también es capaz de monitorizar el sueño.