Las empresas tecnológicas Microsoft y Google se han unido para hacer frente a esta postura de la industria del turismo, que ataca directamente la libertad de sus usuarios a utilizar sus datos y su conectividad como a ellos les venga en gana.
La cadena de hoteles americana Marriot bloqueó los accesos WiFi de sus clientes y fue multada con 600 mil dólares. Su personal usó en el mes de marzo de 2013 un sistema que se dedicaba inhabilitar los hotspots creados por huéspedes. Mientras, la empresa cobraba a los ponentes del salón de convenciones entre 250 y mil dólares por disfrutar del servicio de WiFi.
Seguramente a esta medida, que se prevé ilegal a todas luces, se opongan también los operadores que son los que ofrecen la conexión a Internet.