La Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de EE.UU. aprobó esta modificación el 12 de enero, para permitir a Apple mantener sus relojes en el mercado estadounidense, lo que supone una victoria a medias para la startup de salud.
La Comisión de Comercio Internacional de EE.UU. (ITC) había dictaminado en octubre que los dispositivos de Apple infringían patentes de Masimo relacionadas con la pulsioximetría, una tecnología para medir el oxígeno en sangre. Esto llevó a Apple a suspender temporalmente las ventas de sus relojes inteligentes antes de Navidad, aunque una pausa provisional permitió que la compañía reanudara la comercialización de estos productos a finales de diciembre.
Apple desarrolló una solución de software alternativa para sortear la disputa de patentes y la semana pasada presentó esta solución a la agencia de aduanas, explicando que los relojes rediseñados no contienen la tecnología en cuestión. Esta medida es la forma más rápida de evitar la reimposición de la prohibición.
El equipo de operaciones de Apple ya ha comenzado a distribuir los relojes Serie 9 y Ultra 2 modificados a los puntos de venta en EE.UU. Las tiendas han sido instruidas para no abrir ni vender los dispositivos modificados hasta recibir la aprobación de las oficinas corporativas de Apple, lo que indica que estos modelos son las nuevas versiones sin la función de oxígeno en sangre.
La batalla judicial sigue su curso
Mientras tanto, se espera que un tribunal federal de apelaciones escuche esta semana una moción de Apple para mantener la prohibición suspendida. La ITC ha instado al tribunal a rechazar los argumentos de Apple, calificándolos de "débiles y poco convincentes".
Esta situación coloca a los de Cupertino en una posición delicada, ya que aunque han encontrado una solución temporal rediseñando el software de sus relojes, el desenlace legal aún está pendiente.
La decisión de Apple de eliminar una función clave de sus últimos modelos de relojes inteligentes resalta la complejidad y el impacto de las disputas de patentes en la industria tecnológica. Aunque la medida adoptada por Apple es una respuesta directa a los desafíos legales actuales, también refleja la agilidad y adaptabilidad de la empresa para mantener su presencia en el mercado. Sin embargo, este cambio puede tener repercusiones en la percepción y funcionalidad de sus productos entre los consumidores.
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