Mandos ausentes, envíos que llegaron demasiado tarde o problemas con atención al cliente son los principales motivos de queja de los “bakers”, que tenían que recibir y probar las consolas antes de que llegaran a las tiendas.
La CEO “Jukuie Uhrman” se disculpó a los “bakers” (usuarios que con crowdfunding ayudaron a financiar la consola) por la experiencia peor de lo que se esperaría de Ouya.
Hay quien dice que esta disculpa podría matar dos pájaros de un tiro, y que a la vez que calma a consumidores indignados, sirve para inflar las ventas del estudio que, por lo general, no suelen pasar de mediocres.