La cuarta generación está preparada La nueva década circulará a más de 160 Mbps

Ha pasado un año desde que, en Madrid, se celebrara una reunión en la cual se revisó el estándar de la cuarta generación de telefonía móvil, empezaban a cobrar vida unas siglas correspondientes a su denominación en inglés, Long Term Evolution y de la cual ya oímos hablar hace casi dos años, en el entonces 3GSM celebrado en Barcelona, en medio de nublados pensamientos que se preguntaban: ¿esto llegará?
La promesa de las grandes empresas desarrolladoras de tecnología era alcanzar los 100 Mega bits por segundo (Mbps) en transacciones de datos inalámbricas y en movilidad, a través de las redes de los operadores. Aquello parecía imposible, pero en este caso lo que creíamos ficción es ya realidad. Mínimos de 16 Mbps, medias de 40/70, picos de 160. La primera intención si lo pensamos es no movernos, por si nos teletransmiten; la segunda, escuchar y aprender, mirando el contador de nuestro ordenador, observando satisfechos que unos días navegamos a uno, otros a seis y los más a tres. 
A mediados del mes de noviembre, en Londres, tuvo lugar el LTE World Summit, donde se hizo público que los sueños, cuando se habla de desarrollos tecnológicos, de ingeniería, de innovación se convierten súbitamente en realidad y, hoy, podemos asegurar que, en la segunda mitad de 2009, se iniciará el despliegue de las primeras redes de telefonía móvil de cuarta generación en el mundo. La intercomunicación será total.
Rick Mostaert, Stephane Daeuble y Paul Steinberg, tres directivos de Motorola de la división de Hogar y Redes inalámbricas de la compañía americana, directamente involucrados en el proyecto nos explicaron el estado de la cuestión:
“Lo primero que hay que contar es que desde el encuentro en Madrid las cosas han cambiado mucho, se ha recorrido un largo camino; aún estamos en la pista, pero estamos llegando a la meta. Nuestro primer equipo estará preparado a finales de 2009 y esperamos que los primeros usuarios puedan disfrutar del sistema en 2010 –señaló Mostaert-”.
“En este momento –corroboró Daeuble- se están realizando ya las pruebas de campo, estamos trabajando con diferentes operadores y las cosas van muy bien en términos de evolución tecnológica. Así es que me satisface poder recordar que si nosotros el año pasado diseñamos un proyecto y aseguramos que estaría preparado a finales de 2009 y que los principales operadores empezarían a desplegar red a mediados de 2010, los objetivos, especialmente para los pioneros, para quienes adoptan rápidamente las nuevas tecnologías, se van alcanzando. Llegaremos”.

Los europeos también empujan
Pero para conocer mejor el mapa de LTE, en este momento, hay que saber que hay operadores en Norteamérica, como Verizon, o en Asia, como NTTDoCoMo, que han apostado fuertemente por las nuevas redes de banda ancha inalámbrica; pero también en Europa hay algunas compañías muy pujantes a este respecto como T-Mobile, Vodafone o Telia Sonera, ya que están interesados en implementar LTE en determinadas áreas geográficas. La compañía más agresiva a este respecto ha sido T-Mobile, pero Telia quiere empezar el despliegue a finales del año que viene para realizar un lanzamiento comercial a la mayor brevedad posible.
Desde hace unos meses, la ruta hacia LTE está muy clara. Mas del 70 por ciento de los operadores mundiales están comprometidos con el sistema. A este respecto, el director de Marketing global para LTE de Motorola, Stephane Daeuble, reseñaba lo importante que es este hecho ya que “el desarrollo y el lanzamiento de la tercera generación se hizo de otra forma, como se hacía normalmente; los fabricantes de infraestructuras desarrollaron los estándares para WCDMA/UMTS y entonces, cuando ya estaba todo terminado, en el año 2000 aproximadamente, lo introdujeron en los operadores.
La diferencia con el proceso que vivimos ahora es que son las propias compañías telefónicas los que están dirigiendo las operaciones y determinando los calendarios. Nos fijan las agendas porque el mercado de los datos está creciendo fuertemente, la implementación de HSDPA, la oferta de tarifas planas, los nuevos terminales de grandes pantallas, interfaces de usuario atractivos, a los cuales se suma la extensión de los portátiles con conexiones 3G, invitan a utilizar más y más Internet, así como todos los servicios de datos (transmisión de fotografía, descarga de música, videostreaming, geolocalización, etc.).
De hecho, muchas compañías consideran que es mejor para ellos no continuar con el desarrollo de HSPA sino pasar directamente a la siguiente generación que mejora considerablemente la capacidad y les permite optimizar los costes de la nueva tecnología de banda ancha móvil”.
“Todo ha sucedido muy rápido -tercia Mostaert-, desde finales del año pasado los operadores se han encontrado con congestión en sus redes. Es algo que está sucediendo continuamente y que ha ocurrido porque han confluido en el mercado terminales adecuados con precios y tarifas apropiadas. Cuando estas cosas se desarrollan en paralelo se produce un rápido crecimiento”.
Hoy, aseguran los directivos americanos, la gente conecta sus portátiles a la red 3G para ver películas, descargar archivos ‘bit torrent’, música (de las tiendas y a través de P2P); es decir, se mueve muchísimo contenido, mucho más del que nos imaginamos. En las grandes empresas, donde hay diferentes tipos de redes, muchos ejecutivos permanecen conectados a 3G para poder desplazarse entre los diferentes departamentos; no sólo utilizan la red inalámbrica cuando están fuera. Y realizan backup, etc. es decir hay gente que genera 2 ó 3 GB de datos por día desde sus ordenadores. Por tanto, es lógico pensar que los primeros dispositivos LTE que veamos serán ‘dongles’ (MODEM USB) o tarjetas, de forma que los operadores irán migrando poco a poco pero asegurándose ofrecer servicio a los usuarios intensivos para iniciar inmediatamente la recuperación de la inversión. Así mismo, aquellos puntos donde típicamente se usan los portátiles (centro de las grandes ciudades, business centres, aeropuertos, corporaciones, etc.) serán los primeros en tener cobertura. Quede claro que en el momento en que los usuarios se alejen de estos puntos, sus terminales se conectarán automáticamente (handover) a HSPA, UMTS, GPRS o GSM –según cobertura- de forma transparente.

Los nuevos dispositivos
Pero para que vuelva a suceder un hecho como el que ahora vivimos, para que redes, tarifas y terminales adecuados vuelvan a converger en el tiempo y en el espacio, ya sobre telefonía de cuarta generación, los usuarios tendremos que esperar, al menos en Europa Occidental, unos dos años. La adopción masiva de una nueva tecnología siempre requiere su tiempo, pero en cuanto las redes empiecen a funcionar, en cuando haya una extensión crítica de antenas preparadas, en cuanto el roaming se haya organizado, surgirán en el mercado, poco a poco, dispositivos primero de transmisión de datos (tarjetas, miniMODEMS, routers inalámbricos) y, después, de comunicación (teléfonos, MIDS, UMPC, MIBs) los cuales, aunque ya están en desarrollo, equipan una arquitectura complicada. Cada uno de estos aparatitos será un terminal multifrecuencia (700/850/900/2100/2600/), multisistema (en LTE convergen los sistemas europeo, americano y asiático de telefonía celular), multicanalización (entre 1.4 y 20 Mhz), suficientemente pequeño como para ser transportado con comodidad, con pantallas evolucionadas, diseños creativos y baterías capaces. Descargarán a 100 Mbps y subirán contenido a 50 Mbps, las búsquedas estarán optimizadas y prácticamente nos ofrecerán una vida virtual.
Con respecto a HSPA Evolv o HSPA+ (25 Mbps), una apuesta de muchos operadores para llegar a amortizar las redes actuales, los técnicos consideran que veremos la convivencia de sistemas, que la adopción de una u otra dependerá de la estrategia de cada compañía. “Nosotros creemos firmemente que LTE tiene muchas ventajas con respecto a HSPA Evolved; no sólo por los picos de transferencia, que en un momento dado podrían ser similares, sino por otros aspectos como por ejemplo la mínima tasa de latencia, el número de personas que pueden conectarse simultáneamente, la optimización de la red, etc. –asegura el director de productos LTE de Motorola-. No obstante, es lógico que muchos operadores continúen su camino a través de HSPA hacia HSPA+ porque el equipo es el mismo que ya tienen y preferirán esperar a conocer el éxito de esta nueva tecnología, a ver cómo se ha extendido, a que esté introducida”.
Otro aspecto que será determinante y que mencionamos antes de pasada es que la migración hacia LTE, si se quiere disponer y ofrecer todos los beneficios de esta tecnología, requiere nuevas infraestructuras y un cambio en los sistemas, en el llamado ‘core’ de la red.
Cuando y cómo en España. Por una banda sin compromisos.
Pensando en nuestro país, un responsable de redes de Telefónica exponía recientemente en una conferencia que la compañía había hecho una revisión de su red y había visto que mas de un 20% de sus estaciones estaban equipadas con tecnología de última generación y que les resultaba más fácil y rentable evolucionar hacia HSPA+ mediante una adaptación de software. Pero en el resto de su infraestructura es factible que no les compense invertir dinero sino esperar un poco y migrar directamente hacia LTE, hacia la cuarta generación. Telefónica es una empresa pionera y de gran repercusión internacional, no se pueden permitir quedarse atrás.
Con respecto a la velocidad de transmisión que se va a alcanzar en un primer momento, sobre si vamos a llegar a velocidades que superen los 100 Mbps en cuanto nos conectemos, los especialistas puntualizaron: “depende de la banda de frecuencia y de la cantidad de espectro que se asigne. Una frecuencia más baja permite mayor cobertura en la distancia y en interiores; por eso es tan importante la reutilización de frecuencias que quedan vacías (900 Mhz), el llamado ‘refarming’. En EE.UU. se está trabajando en 700 Mhz y esto permite fragmentar el espectro en paquetes de 5 y 10 Mhz que si bien ofrece una calidad similar a HSPA, es mejor en cuanto a capacidad y en cuanto a la eficiencia del espectro.
Lo óptimo, las mejores condiciones serían 20 Mhz en la banda de los 800, sería incluso más rentable. Pero en Europa se va a utilizar la banda de los 2.600 Mhz (2.6) porque está libre y, entonces, para alcanzar las tasas de las que estamos hablando se tienen que dar unas condiciones determinadas, se debe disponer de 20 Mhz y utilizar MIMO (múltiple entrada, múltiple salida, una tecnología que aumenta la eficiencia espectral de un sistema de comunicación inalámbrica por medio de la utilización del dominio espacial).
También hay que tener en cuenta las decisiones de la Unión Europea, cuyos dirigentes quieren realizar un cuadro de frecuencias común que se espera esté terminado a finales de 2009 y las resoluciones con respecto al dividendo digital (espectro sobrante tras el apagón analógico) que se podría utilizar de forma que los avances tecnológicos lleguen a todos los rincones. “Si se utiliza correctamente el dividendo digital, se podrá superar la brecha digital – concluyen-“.
Nuestra Secretaría de Estado de Telecomunicaciones trabajaba con la idea de repartir a cuatro operadores 20 Mhz en la banda de 2.6, bajo el principio de neutralidad tecnológica. De esta forma y en buena lógica, los cuatro operadores nacionales podrían ofrecer servicios evolucionados en igualdad de condiciones. La pregunta ahora es si los compromisos políticos del Gobierno nos van a privar de algo a los usuarios. Aunque pocos sepan el mundo que nos espera, si se lo explicáramos, todo el mundo querría un óptimo LTE, eficaz y a buen precio.