El vuelo de prueba realizado abarcó una distancia de 4,6 kilómetros, desde el Centro de Conservación de Carreteras de la Zona Norte en La Cabrera hasta un punto de accidente simulado en la carretera M-631. Este ejercicio demostró la capacidad de los drones para ofrecer una rápida evaluación de los incidentes viales y agilizar la respuesta de los servicios de emergencia y conservación, optimizando así la gestión de situaciones críticas.
La implementación de drones no solo facilita la inspección detallada de las áreas afectadas por accidentes sino que también mejora la coordinación y eficacia de las operaciones de rescate. Además, la visión aérea que proporcionan es fundamental para la investigación y análisis posterior de accidentes complejos, contribuyendo significativamente a la mejora de la seguridad vial.
Paralelamente, el proyecto incluyó la inspección de 13 kilómetros en la carretera M-608 utilizando tecnología LiDAR, con el objetivo de recopilar datos detallados para su análisis por parte de Serveo y la Dirección General de Carreteras de la Comunidad de Madrid. Esta información es crucial para planificar intervenciones que refuercen la seguridad de la infraestructura vial.
Este proyecto demuestra la utilidad de los drones en el ámbito de la movilidad y la gestión de infraestructuras de transporte y se perfila como precursor de futuras aplicaciones que podrían beneficiarse de la tecnología 5G para realizar vuelos de mayor alcance y precisión.