Algunos países occidentales como EEUU, Reino Unido o Canada, entre otros, se opusieron a firmar un tratado parecido hace un par de años en Dubai. Para ellos esto es la puerta de entrada a la regulación de Internet y temen que China, Iran o otros países aprovechen esta jurisdicción para instaurar su censura. Insisten en que el organismo no tiene potestad para la regulación internacional de la red, y menos con miembros censores entre los participantes.