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domingo 05 de agosto de 2018, 14:00h

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Desde que el Modelo T de Henry Ford revolucionara el transporte, la industria del automóvil no había vuelto a vivir tantos cambios como los que se están produciendo en la actualidad. Nos encontramos ya en la carrera hacia el 5G con la reciente convocatoria de la primera subasta de espectro que comenzó el pasado 18 de julio.

Comenzaba así un proceso en el cual se repartió la banda de frecuencias 3,6-3,8 gigaher­cios (GHz) que servirán de base para el desarrollo de la fase inicial de la próxima generación móvil. En paralelo, la innovación en diversos sectores pone foco en lograr un automóvil que se adapte a las nuevas oportunidades que trae consigo el despliegue de esta tecnología. Un automóvil autónomo y conectado, que aún en boxes y en estado de prueba, llegaría a manos del usuario a bordo del 5G con servicios y capacidades mejorados y más aún, casos de uso hasta ahora desconocidos.

En este trayecto, la 5G Automotive Association (5GAA), asociación que reúne a OEMs de automóviles y proveedores, fabricantes de chips, empresas de telecomunicaciones y operadores de carreteras, trabajan para perfeccionar la tecnología que hará posible el automóvil del mañana: C-V2X. Una plataforma tecnológica que dota al vehículo de la capacidad de “hablar” y comunicarse básicamente con todo.

Se espera que el C-V2X esté listo para su despliegue comercial en la industria del automóvil para 2020.

Más allá de recibir y compartir información con el conductor y los pasajeros, el vehículo se convierte, gracias a las capacidades de esta tecnología en un centro de sensores que le permite comunicarse tanto con otros automóviles (V2V, vehículo a vehículo), con los peatones (V2P), la infraestructura (V2I) y con la nube a través de la red móvil (V2N). La tecnología C-V2X proporciona a estos sensores una visión 360º de la carretera, lo que hace que el vehículo sea, no solo capaz de “ver”, predecir y anticiparse, sino que también pueda evaluar la situación en la que se encuentra en cada momento y “tomar” decisiones acordes.

Se espera que el C-V2X esté listo para su despliegue comercial en la industria del automóvil para 2020, hasta entonces los diversos agentes involucrados seguirán perfeccionando dicha tecnología. Por ejemplo, en la actualidad las operadoras se encuentran en un momento crucial: tenían hasta el pasado 29 de junio para presentar su solicitud de participación en el proceso de subasta en el que se distribuyeron 200 MHz, en un total de 40 bloques de 5 MHZ cada uno en territorio nacional, con un precio de salida de 2,5 millones de euros para cada uno de ellos. Las pujas comenzaron el día 18 de julio y a partir de entonces podrán empezar a operar el 5G en España.

Eloy Fustero, Business Development en Qualcomm, ha comentado: “El sector se encuentra en un momento de comprobar lo que funciona y lo que no, de experimentar y detectar áreas de mejora, para que, en el momento de su despliegue, estas innovaciones ofrezcan al usuario final sus máximas bondades ya testeadas y maduradas antes de llegar al mercado”.

Así, el C-V2X está sumergido en una evolución continua. En este contexto, los objetivos más inmediatos que tienen entre sus planes las partes implicadas son los siguientes:

  • Un móvil con ruedas conectado a su alrededor: el conductor va a pasar a ser un usuario del coche; podrá personalizarlo y actualizarlo de la misma manera que hace con las apps y funcionalidades de su Smartphone. Al mismo tiempo, el coche estará conectado con todo aquello que le rodea (semáforos, señales, sensores, cámaras, radares) tanto en ciudad como en carretera, para una mejor experiencia de conducción. Por ejemplo, el automóvil será capaz de indicar a su conductor donde hay una plaza de aparcamiento libre.
  • La seguridad, una de las razones de ser del automóvil de la próxima generación: Con el 5G la latencia se reduce a tan solo un milisegundo. Esto va a permitir al vehículo anticiparse y reducir los incidentes que pueden darse al volante. Por ahora, sin embargo, todos estos avances están aún en un estado de prueba, por mejorar y perfeccionar, pero el potencial tecnológico del 5G para elevar la seguridad está ahí.
  • La “quinta pantalla” dentro del automóvil para una experiencia más cómoda y entretenida: A la gran velocidad que ofrece el 5G, se le une también un increíble ancho de banda. Ambas características están contribuyendo a que el coche cuente con una pantalla, como si de un móvil se tratara. Así, los viajeros podrían experimentar la misma sensación que si se encontraran frente a la televisión de su salón o incluso realizando una reunión por videoconferencia como si estuvieran en su oficina. Asimismo, se abren grandes oportunidades en términos de Realidad Virtual y contenido de entretenimiento en el vehículo.

En conclusión, la revolución que vive la industria automotriz va a cambiar por completo el concepto del automóvil, la idea de conducción y, en términos generales, la vida de los peatones, conductores y viajeros. Un sistema de transporte más inteligente, en el cual la conducción autónoma y la conectividad del vehículo “con todo”, nos ayudará a tomar caminos más seguros y a realizar viajes más eficientes y trayectos más cómodos.

Fuente: Qualcomm.

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