Varios factores han retrasado la adopción de 5G, entre ellos la reducción de las ventas de teléfonos motivada por la crisis económica y la inflación, la cobertura de red limitada, la percepción de un bajo rendimiento y la ausencia de aplicaciones específicas para 5G. Además, una cantidad cada vez mayor de conexiones móviles, aproximadamente el 30%, no son teléfonos y la transición a 5G será más lenta, por ejemplo, IoT, tabletas/computadoras conectadas, dispositivos portátiles.
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Por otro lado, Garinder Shankrowalia, pronosticador sénior de mercado de Omdia, ha explicado que “los informes de suscripciones 5G en 2022 nos han llevado a reducir nuestro pronóstico para 2023 en un 7,2%, aproximadamente 150 millones de suscripciones. Anticipamos que la industria recuperará esta pérdida a partir de 2025, una vez que mejoren las condiciones del mercado global”.
Omdia entiende que es esencial que los operadores móviles sigan invirtiendo en tecnologías móviles de próxima generación para permitir el surgimiento de aplicaciones y el crecimiento de la economía digital. Sin embargo, el hecho de tener varias tecnologías celulares funcionando simultáneamente en la red tiene un efecto nocivo en los operadores, ya que el lanzamiento de 5G incrementa la complejidad y el costo sin ninguna ganancia a corto plazo.
En base a esto, El director de investigación de Omdia, Ronan de Renesse, ha expresado que “debe haber un enfoque de 'cero neto' para el desarrollo de redes, eliminando lo viejo a medida que se implementa lo nuevo. Los operadores ya están comenzando a mover capital del despliegue de redes de próxima generación a proyectos de desmantelamiento de 3G y transformación digital. Las partes interesadas clave deben seguir siendo realistas sobre las perspectivas de 5G y volver a evaluar el caso comercial antes de pasar al siguiente paso”.
De cara al futuro, Omdia pronostica que 5G representará 5900 millones de suscripciones en 2027, lo que equivale a una penetración en la población del 70,9%.