La compra de E-Plus ha tropezado con más de una piedra desde julio del año pasado cuando la filial alemana de Telefónica, O2, hiciera la oferta a KPN para la adquisición de sus operaciones en ese país, y con ello de sus 23,9 millones de suscriptores. Después de convencer a Carlos Slim de que no interfiriera en la compra, ahora las empresas participantes deberán esperar la revisión de los términos del acuerdo por parte de Bruselas.
Pero además de la propia Comisión Europea, el Ministerio Federal de Economía y Tecnología (Bundeskartellamt) también está interesado en supervisar el acuerdo. El motivo es que el gobierno de Merkel quiere asegurarse de que los ciudadanos alemanes no se vean afectados negativamente.
Bruselas tiene que decidir antes del 12 de febrero si permite que el Gobierno alemán revise los términos del acuerdo. Esto es permitido cuando los organismos nacionales de competencia solicitan un recordatorio de demanda inicial, siempre que existen dudas sobre la posible concentración empresarial.
La compra de E-Plus por parte de Telefónica reduciría de cuatro a tres los operadores con red propia. La nueva O2 sería el primer operador en número de clientes, seguido por Deutsche Telekom y Vodafone. En Alemania tienen dudas sobre la operación, debido que al haber menos competencia podrían encarecerse los precios para los usuarios y los Operadores Móviles Virtuales tendrían menos oportunidades para negociar mejores precios.
Si la Comisión Europea rechaza la petición alemana, tendrá que dar una respuesta a Telefónica antes del 14 de mayo. La primera prueba deberá pasarla el 12 de febrero, cuando sabremos si Alemania podrá evaluar como desea la adquisición.
Si (
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