También hace unas semanas se presentó el Estudio sobre la Movilidad del Futuro, un informe de Europcar Mobility Group realizado por el Mobility Institute, que analizaba cómo los conductores han evolucionado en los últimos años. Una de las principales conclusiones del estudio es que los conductores españoles están cada vez más receptivos al abanico de opciones de movilidad que se les ofrece como alternativa al coche privado.
Sin embargo, no podemos olvidar que el coche en propiedad ha experimentado un gran descenso, motivado por la pandemia y por el excesivo aumento del precio del combustible, que en solo un año registra un aumento del 17% más para los vehículos de gasóleo y casi un 20% para los de gasolina, según datos de Carwow. Pero pese a esta caída, el coche sigue siendo el medio de transporte favorito de los españoles.
En los últimos años, hemos visto cómo el carsharing es la respuesta tanto a las necesidades reales y de conveniencia del consumidor como a las del planeta, ofreciendo una alternativa más sostenible. Además, la introducción de la movilidad como servicio ha supuesto una auténtica revolución y el cambio de paradigma, no solo porque se adapta a las necesidades reales de los ciudadanos, sino porque es una forma de hacer las ciudades más habitables, ecológicas, más habitables y, por supuesto, saludables. Sin embargo, al hablar de movilidad y carsharing no obtenemos una foto fija, sino que está en constante evolución, adaptándose a los ciudadanos, a su día a día y a su conveniencia.
El Instituto CAR prevé que en 2030 habrá entre 2 y 4 millones de suscripciones
Por este motivo, además del carsharing como modelo de transporte, surgen nuevas formas de uso que ofrecen una relación de propiedad diferente como la suscripción. Durante el 2022 empezamos a ver cómo el modelo de suscripción llegó al mundo del transporte y de la automoción, motivado por la incertidumbre económica, por la búsqueda de soluciones rápidas, económicas y que no supongan un compromiso a largo plazo. En 2023 veremos cómo se afianza y, de hecho, el Instituto CAR prevé que en 2030 habrá entre 2 y 4 millones de suscripciones.
Los proveedores de carsharing encuentran en las suscripciones una oportunidad de afianzar y sostener la relación con sus clientes y de acercarse a nuevos segmentos de clientes, que buscan alternativas sostenibles y responsables.
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Otra de las tendencias que se observan en el sector del carsharing es la ampliación de la gama de servicios y vehículos que ofrecemos a nuestros clientes. Sabemos que usan el coche para desplazamientos urbanos con distintos fines: ir de compras, mudanzas con furgonetas, recorridos en la ciudad y también para desplazamientos interurbanos como una escapada para la que prefieren un coche con mayor confort como un SUV o incluso para un viaje.
Un 27% de las compañías considerará el carsharing como alternativa al vehículo de empresa en los próximos tres años
También lo usan para trabajar y aquí el carsharing se puede convertir en una beneficiosa herramienta B2B, ya que no solo se reducen costes como los asociados a los seguros, cuidado y mantenimiento de vehículos o los desplazamientos de la plantilla, sino que cuentan con interesantes beneficios fiscales. Ventajas que han convencido a un 27% de las compañías, que considerará el carsharing como alternativa al vehículo de empresa en los próximos tres años, y un 28% tendrá en consideración las apps para contratar soluciones de movilidad, como indica la 13ª edición del Observatorio Arval de la Movilidad.
Además, en los próximos meses veremos cómo el carsharing desplegará aún más su potencial impulsado por los cambios en las políticas sobre los coches de propiedad individual en aras de un cuidado medioambiental. Las conocidas restricciones, que irán acompañadas de peajes urbanos, aumentos del precio del aparcamiento para residentes y con zonas de bajas emisiones propiciarán que los coches de carsharing sean la mejor opción para moverse por la ciudad.
Una gran oportunidad y, al mismo tiempo, reto para las empresas de carsharing. No solo debemos ser rentables, sino que debemos ser conscientes de nuestro rol como game changers. Somos parte activa en una movilidad más sostenible, ecológica, que pone al consumidor en el centro y capaz de rediseñar las ciudades. Somos el cambio.
Autora: Luisana Zitzen, directora de Marketing de GoTo España
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