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En los últimos tiempos, hemos sido testigos de un aumento de la presencia femenina en el sector de la automoción, que ha ido, poco a poco, ganando terreno tanto en puestos directivos como en el resto de los niveles dentro de la cadena de valor de las compañías. De hecho, durante el último año, la empleabilidad de mujeres en el sector ha crecido un uno por ciento y casi un 5 por ciento desde 2016, tal y como señala el último informe publicado por SERNAUTO sobre las áreas de fabricación, venta y reparación de vehículos, a partir de datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).

Los fabricantes de coches y su servicio postventa se enfrentan a un crecimiento exponencial de las peticiones de citas, una situación que llegó por sorpresa al sector, pero que implica una clara necesidad de implementar cambios que les ayuden a gestionar este volumen de citaciones de una forma eficaz y con la garantía de ofrecer la mejor experiencia para el usuario.

El cambio comenzó hace ya más de cinco años, cuando dejaron de ofrecernos bolsas de plástico gratuitas en los supermercados. Aunque parecía un pequeño detalle, entre todos, como sociedad, dimos un gran paso para intentar proteger el planeta.

A nivel internacional, son varios los días que reivindican el cuidado del medio ambiente, tales como el Día Mundial de la Protección de la Naturaleza, el Día Mundial del Ahorro de Energía o el Día Internacional contra el Cambio Climático, todos ellos celebrados el pasado mes de octubre. Pero más allá de estas “celebraciones”, que por sí solas no pueden generar un impacto sustancial, la realidad es que la sostenibilidad sigue sin tener el protagonismo que merece en la agenda sociopolítica.

Europa se encuentra en una posición avanzada de cara a la lucha contra el cambio climático, pero aún existen grandes desafíos. La movilidad es un sector en el que Europa es líder y que debe liderar esta lucha. La Semana Europea de la Movilidad celebrada durante la semana pasada, nos permite obtener un enfoque renovado del estado de la movilidad en Europa, pero también una oportunidad de remarcar los desafíos más relevantes a los que se enfrentan tanto la administración pública como las empresas y los ciudadanos europeos.

Recientemente se ha publicado un estudio de Carwow que afirma que el coche es el principal medio de transporte empleado por los españoles, tanto en su vida personal como en su vida profesional, usándose un 7% más en el ámbito laboral (60,4% en la vida laboral y 67,7% en la personal).

Buscar aparcamiento siempre ha sido una tediosa tarea asociada a la conducción. Sin embargo, gracias a los avances tecnológicos y el cambio de mentalidad y de hábitos de los ciudadanos, el sector del parking está pasando de ofrecer un servicio práctico a convertirse en un servicio que, además, aporta valor al usuario y transforma las ciudades.

La manera de viajar cambiará radicalmente en los próximos años. Prueba de ello son los cambios que hemos observado desde 2020, cuando el automóvil conectado, los compromisos de reducción de emisiones, el Internet de las Cosas, el 5G, la Inteligencia Artificial o el Video Analytics ya eran términos en la conversación.

Detrás de las ordenanzas de movilidad que se extienden por el país, de las propuestas administrativas y de los nuevos modelos de transporte en auge, reside una cuestión común: ¿Cómo construir ciudades donde vivir sea más agradable y sostenible? Las soluciones propuestas difieren, pero existe un factor común: es necesario sacar los coches de las calles y devolver espacio a los peatones.

Cada 23 segundos muere una persona por accidentes de tráfico en el mundo, lo que se traduce en 1.300.000 muertes al año. Este es un dato muy elevado, que debería considerarse también como una pandemia. Pero la sociedad ha asumido e interiorizado que tiene que haber accidentes de tráfico, e, incluso, que hay personas que van a morir o quedar gravemente heridas en uno de ellos.

Según explican los técnicos de Peugeot en su 'Guía del coche electrificado', los coches de combustión han alcanzado altísimos niveles de eficiencia, pero por su naturaleza, aún siguen emitiendo. Un combustible, cualquiera que sea su origen, es una sustancia que, al reaccionar con el oxígeno (normalmente el del aire) da lugar a otras sustancias (gases y partículas de la combustión) y energía térmica.