Varias asociaciones europeas de los sectores de la automoción y las telecomunicaciones han establecido este año, máximo el siguiente, como la fecha clave para lanzar un proyecto a gran escala y europeo que trate los temas de los coches conectados y autoconducidos.
Así, este consorcio enfocará su actividad en tres áreas y se aplicará en dos fases. En primer lugar, los objetos de estudio y de debate serán la conducción automática (muy en boga por los accidentes de Tesla), la seguridad en ruta y la digitalización del tráfico y la logística. Las fases se dividen en dos: una desde ahora y hasta 2019 centrada en la conectividad LTE; la segunda hasta 2021, centrada en el 5G y el IoT.
El proyecto, de intrínseca dimensión europea -veremos que ocurre con Reino Unido-, constata que los coches cada vez son más parecidos a los dispositivos por lo que se necesita poner énfasis en la seguridad, la ciberseguridad y la protección de los datos.
Al ser de carácter europeo y comunitario, el consorcio también abordará temas como la acreación de un espectro transfronterizo que permita una transmisión de datos y un cambio de redes entre los países sin fisuras ni cortes.
El consorcio, que quedará formalizado a lo largo de este año, determinará el alcance exacto del proyecto y negociará con la UE y con las autoridades estatales las posibilidades de financiación conjunta.