Xiaomi ha presentado el Mi Mix 2 un día antes que el nuevo iPhone

Mucho antes de que el Samsung S8 inundase los medios con la promoción de su Infinity Display, el Mi Mix, diseñado por Philippe Starck, el prestigioso diseñador industrial francés, ya podía presumir de ser el primer smartphone en eliminar los marcos casi en su totalidad del frontal del dispositivo (un 85 % del total, frente a los 70%-75% habituales. Después de ver el LG G7 y a pocos días de conocer el diseño definitivo del iPhone 8, que también promete renunciar a sus marcos, es evidente que Xiaomi y Starck acertaron con esta línea de diseño. Starck, satisfecho con el Mi Mix original, aceptó hacerse responsable de su siguiente iteración, en la que asegura haber elevado el porcentaje que ocupa la nueva pantalla hasta el 93%. Sigue habiendo marco, pero su presencia es casi inexistente.

Una de las elucubraciones que más revuelo ha levantado tras conocer las primeras imágenes del dispositivo, instantáneas que el propio Starck ha compartido en Facebook, es que Xiaomi haya conseguido uno gran reto incluir el sensor de huellas en la propia pantalla. Otra filtración que podría confirmar este punto es una imagen que ha aparecido en Twitter, publicada por un alto cargo de la división india de la compañía, en la que no queda ninguna duda de que no existe otro elemento en el frontal que no sea la pantalla. Sea como fuere, para confirmar este punto tendremos que esperar hasta el 12 de septiembre, en el que Apple presente el nuevo iPhone. La elección de la fecha de presentación se ha entendido como una exhibición enfocada a sus incondicionales de los mercados asiáticos, como una muestra de que confían en el impacto que va a provocar su nuevo dispositivo.

La jugada es arriesgada, ya que el anuncio de un producto que atrae una repercusión mediática como es el smartphone de Apple puede dar al traste con la visibilidad de un móvil que destaca por méritos propios. Como se suele decir, alea iacta est para Xiaomi, una frase que, contrariamente a la creencia popular, hace referencia a asumir el riesgo de lanzar los dados; y si por algo se caracteriza la compañía china es, precisamente, por no tener miedo a lanzarse cuando cree en sus productos.

En cuanto al procesador, sabemos por Qualcomm, fabricante del mismo, que finalmente equipará el Snapdragon 835, un clásico en la gama alta más reciente. Con su comunicado en Weibo han acabado con las informaciones que apuntaban al todavía inédito 836 como el elegido; parece que se ha optado por asegurar el resultado final con un SoC también excelente y más contrastado. Sobre la memoria RAM y su capacidad de almacenamiento todavía no ha habido confirmación, pero todo apunta a que tendremos versiones con 6 y 8 GB de RAM y 128 y 256 GB para el almacenamiento.

Sin duda, otra de las preguntas estrella es cuál será la resolución de esa enorme pantalla de 6 pulgadas. Se habla de 2.960 x 1.440 QHD con una relación de aspecto 18:9, pero no sería de extrañar, como ya ha sucedido con sus últimos modelos, que el fabricante chino prefiera mantener los 1920 x 1080 puntos en aras de disparar el rendimiento y agilizar la respuesta de su interfaz.

El último de los misterios que encierra esta presentación es si Xiaomi ofrecerá a sus seguidores una actualización de MIUI corriendo sobre la última versión de Android. Lo más probable es que incluya MIUI 9 y Android 7, ya que su lanzamiento es inmediato -llegará al mercado a finales de octubre o a principios de noviembre- y no se espera que Oreo esté listo para entonces. Todas estas incógnitas, y puede que alguna que otra sorpresa más, se desvelarán el 11 de septiembre.