VIACTEC, Asociación española de Víctimas de Acoso Electrónico, sostiene que los ciudadanos son “acosados con armas de guerra electromagnéticas”. Esta asociación defiende que estas armas tienen su “origen en los servicios secretos”.
“Grupos de delincuentes las emplean contra personas objetivo para torturarlas a distancia. Parece ciencia ficción pero por desgracia no lo es”, rezaba el folleto que repartían en la manifestación por Gran Vía en Madrid.
Entre algunos de los síntomas que relatan en su sitio web encontramos: Voice to Skull; lectura de pensamientos; corrientes eléctricas por diversas partes del cuerpo; calor, vibración y presión en diversas partes del cuerpo; pitidos, zumbidos, calambrazos y vibración en los oídos; pérdidas de memoria; hormigueos en la cabeza y bloqueos mentales en el razonamiento.
Aún más, esta asociación ha sido aprobada por el Ministerio del Interior. Asimismo, estos alegan que las autoridades españolas conocen la situación y “no los protegen”. Y en el folleto, defienden que “hay pruebas que la policía científica puede conseguir, hay testimonios de las víctimas con pistas para detener a los delincuentes”.
Carencia de pruebas
No obstante, no hay pruebas que demuestren la existencia de estas “armas de guerra electromagnéticas”. En cambio, la radiación SAR (Specific Absoption Rate) sí existe y se traduce como la tasa de absorción específica. Esta se refiere a la mediad de cantidad de energía electromagnética que absorbe un tejido vivo.
De este modo, cuanto menor sea el índice SAR de un teléfono móvil, más seguridad transmitirá el dispositivo móvil y mejor será en lo que respecta a salud para el usuario.
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