Estos últimos años se ha abierto un intenso debate acerca de la edad adecuada a la que los niños deben poseer su primer smartphone. El mercado mundial de aplicaciones ha disminuido en gran medida esta cifra ya que, cada vez más y más apps son creadas para niños pequeños, incluso bebés, con el fin de permanecer entretenidos y conceder una mayor libertad a los padres.
Un 67% de las aplicaciones disponibles para dispositivos móviles recogen y comparten datos personales de menores. Debido a ello, se ha realizado una investigación alrededor del mundo por parte de 29 agencias de protección de datos de diversos países, además de organizaciones supranacionales, con Estados Unidos y la Unión Europea incluidos.
Dentro del marco de la Global Privacy Enforcement Network (GPEN), se ha a procedido a analizar las leyes y aspectos que protegen la privacidad de los ciudadanos a nivel internacional.
Tras el análisis de casi 1500 sitios webs y apps, el 41% de ellos presentaba algún rasgo preocupante, como puede ser la introducción de números de teléfono o el hecho de ser capaz de compartir fotos o vídeos.
Un 67% de las aplicaciones disponibles para dispositivos móviles recogen y comparten datos personales de menores
Necesidad de un control válido
Un miembro del regulador británico en materia de privacidad ha mencionado cómo la actitud que muestra una parte de las webs y apps analizadas sugiere escaso interés por el manejo de la información personal de los niños. El 31% carece de controles que limitan la recolección de datos de menores, aunque muchas de las apps más populares entre estos manifiestan que van enfocados a otro target, lo cuál, además de alarmante, es falso.
Los padres, por su parte, se involucran de algún modo en ciertas aplicaciones, a pesar de que el 71% de ellas dificulta el proceso de eliminación de la cuenta o de los datos personales del menor. Otras, sí ofrecen controles efectivos que conllevan buenas prácticas, como pueden ser los paneles de control parental, usuarios y avatares predefinidos que obstaculizan la subida de imágenes o nombres personales o avisos que predisponen a un uso óptimo de la aplicación.
Casos varios
La problemática con los datos de menores puede llegar muy lejos. Las aplicaciones vinculadas con juguetes están siendo investigadas por la Comisión Federal de Comercio, regulador estadounidense y miembro de GPEN, quién advirtió en 2012 acerca del uso fraudulento de este tipo de datos.
Por otro lado, Apple y Google tuvieron que abonar cantidades multimillonarias a este mismo organismo por haber permitido la compra a niños sin el permiso de sus progenitores.
El hecho de descargar archivos o aplicaciones no es el problema, si no lafalta de seguridad que acontece.
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