La batalla jurídica entre ambas compañías se remonta a inicios de 2020, cuando el fabricante presentó una demanda en Estados Unidos contra Google por infracción de patentes, concretamente relativa al mal uso de su tecnología y de su software en los productos de Sonos después de un acuerdo de colaboración que data de 2013 para incorporar en estos altavoces, los servicios de Play Music.
En este sentido, se impuso la obligación de que Google modificase el software necesario para librarse del bloqueo a sus productos fabricados fuera de Estados Unidos y en agosto de 2021, Google respondió con una contrademanda a Sonos, alegando que infringía siete de sus patentes relacionadas con los altavoces inteligentes y la tecnología de control por voz.
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"Este veredicto reafirma que Google es un infractor en serie de nuestra cartera de patentes"
La decisión del jurado es que Google tendrá que pagar 2,30 dólares en concepto de royalties por cada unidad que infringiera la patente vendida, unos 14,13 millones de unidades. "Este veredicto reafirma que Google es un infractor en serie de nuestra cartera de patentes", señala el director legal y financiero de Sonos, Eddie Lazarus, que apunta que Google ha infringido "más de 200 patentes de Sonos" y que seguirán luchando para que paguen "una regalía justa por los inventos de Sonos de los que se ha apropiado".
Mientras tanto, Google se defiende asegurando que siempre han desarrollado tecnología "de forma independiente y competido por el mérito" de sus ideas y ha matizado que está "considerando" sus próximos pasos en esta batalla legal.
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