LG y Bayona dialogan sobre la luz y la sombra: cuando la tecnología se convierte en lenguaje cinematográfico

LG y Bayona dialogan sobre la luz y la sombra: cuando la tecnología se convierte en lenguaje cinematográfico

Madrid, centro de la ciudad. No es una premiere ni una presentación al uso. El ambiente recuerda más a una de esas secuencias íntimas que Juan Antonio Bayona coloca antes de un gran impacto emocional: luz tenue, atención contenida y un murmullo expectante.

Allí, el director y directivos de LG con Jaime de Jaríz, CEO y presidente de la compañía en nuestro país presente, comparten un coloquio que se mueve entre la técnica y la emoción, entre la ingeniería del color y el pulso narrativo del cine.

Desde el primer minuto, Bayona trae consigo la atmósfera de su aclamada filmografía. Habla del negro como quien habla de un personaje más. “El negro es el lienzo sobre el que nace la imagen. El negro puro es el lienzo perfecto sobre el que crear la luz”, afirma. La frase flota en la sala con el mismo peso que esos silencios densos de El Orfanato o Un monstruo viene a verme, donde lo que no se ve es tan importante como lo que está en pantalla.

A su lado, los responsables de LG explican cómo su tecnología busca sostener esa intención creativa sin traducirla ni suavizarla. En la base de su propuesta OLED está la reproducción del único negro puro y, desde hace unos meses, también del único blanco puro, gracias a un cuarto subpíxel blanco que permite distinguir texturas y brillos que en otros paneles se apagan o se degradan.

El blanco como territorio narrativo

Cuando Bayona menciona La Sociedad de la Nieve, el tono cambia ligeramente. El director describe el blanco como un paisaje emocional: hostil, infinito, lleno de matices que no son fáciles de trasladar al hogar del espectador. “En la película, trabajar el blanco fue un reto, con toda su gama infinita de texturas, brillos y sombras. La tecnología LG OLED permite disfrutar esos matices exactamente como los trabajamos durante el rodaje y la postproducción”, señala.

En ese instante, el coloquio deja de ser una conversación técnica para convertirse en una reflexión sobre cómo las imágenes sobreviven a su viaje desde la cámara al salón. El director recuerda que cada textura importa, cada vibración luminosa define el tono emocional de una escena. Y LG asegura que su tecnología nace precisamente para honrar esa fidelidad.

Anaís Moreno, directora de Marketing de consumo en LG España, subraya que la innovación tecnológica de la compañía no busca competir en brillo o números, sino preservar el relato del cineasta. “Queremos que el cine se viva en casa con la misma intensidad que en una sala”, destaca. Y añade que otras tecnologías sacrifican calidad para evitar reflejos o abaratar costes, “desmereciendo el trabajo artístico”.

La marca recuerda que su apuesta por OLED empezó en 2013 y ha dado forma a hitos como los primeros paneles curvos, flexibles o transparentes del mercado. Hoy mantiene el 80% de la cuota global de paneles OLED y lidera el segmento premium. Pero en esta charla, más que porcentajes, lo que importa es que esa trayectoria sirve para sostener la ambición que Bayona exige a cada proyecto.

Cerrando el telón del Teatro Luchana de Madrid, la sensación es que Bayona y LG hablan de lo mismo desde lenguajes distintos. Uno lo llama emoción, el otro lo llama contraste infinito. Uno habla de supervivencia, luz y memoria; el otro habla de subpíxeles, autonomía luminosa y precisión cromática.

Pero ambos coinciden en lo esencial: la historia solo funciona si la imagen la sostiene con honestidad.