Pavel Durov ha denunciado haber recibido una petición directa del jefe de los servicios de inteligencia franceses, Nicolas Lerner, para “silenciar voces conservadoras” en Rumanía antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Según el empresario, la reunión tuvo lugar esta primavera en el Hôtel de Crillon, en París.
Durov rechazó entonces la solicitud, y la calificó como incompatible con los principios de la plataforma. “No bloqueamos a manifestantes en Rusia, Bielorrusia o Irán. No vamos a empezar a hacerlo en Europa”, ha asegurado el directivo a través de su cuenta de X (Twitter).
El fundador de Telegram ha advertido que no permitirá que se restrinjan las libertades de los usuarios rumanos ni que se eliminen canales políticos de su servicio. Previamente, ya había insinuado la implicación francesa mediante un mensaje acompañado del emoticono de una baguette, pero sin mencionar al país explícitamente.
El Ministerio francés de Asuntos Exteriores ha reaccionado con contundencia, calificando las acusaciones de “totalmente infundadas”. En un comunicado oficial, Francia “rechaza categóricamente estas alegaciones y llama a todos a actuar con responsabilidad y a respetar la democracia rumana”.
La cancillería francesa ha contextualizado la situación recordando que el proceso electoral en Rumanía ha estado ya marcado por interferencias externas, señalando específicamente a actores relacionados con Rusia por su implicación en manipulaciones digitales y financieras, así como en la alteración del algoritmo de TikTok.
“Las recientes acusaciones contra Francia no son más que una maniobra de desvío frente a las verdaderas amenazas de injerencia que afectan a Rumanía”
El ministerio también ha interpretado las declaraciones de Durov como una maniobra de distracción ante las amenazas reales que enfrenta el sistema democrático rumano. “Las recientes acusaciones contra Francia no son más que una maniobra de desvío frente a las verdaderas amenazas de injerencia que afectan a Rumanía”, según un comunicado.
El trasfondo político de esta disputa no es menor. La segunda vuelta de las elecciones presidenciales rumanas ha culminado con la victoria del alcalde centrista de Bucarest, Nicusor Dan, quien ha superado a un candidato nacionalista de extrema derecha que había prometido emular la política del presidente estadounidense Donald Trump. En este contexto, la denuncia de Durov cobra un matiz especialmente sensible, al poner en duda la neutralidad de las plataformas digitales en procesos electorales europeos.
Además, el historial entre Durov y las autoridades francesas ya contaba con tensos antecedentes. El fundador de Telegram fue detenido brevemente en Francia meses atrás, aunque no se han establecido vínculos oficiales entre aquel episodio y el conflicto actual.