La Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC, por sus siglas en inglés) ha iniciado un proceso sancionador contra China Mobile por falta de cooperación en una investigación de seguridad nacional que lleva abierta más de dos años y medio.
A pesar de estar vetada desde hace años para operar en territorio estadounidense, la teleco china sigue siendo objeto de escrutinio por parte del regulador, que ahora advierte de posibles sanciones financieras y administrativas si no se produce una respuesta en un plazo de 30 días.
La FCC acusa a China Mobile de “obstrucción” y de mostrar “desprecio por la autoridad de la comisión”, según consta en la Citation and Order emitida esta última semana. El documento señala que la compañía ha evitado sistemáticamente entregar documentación clave solicitada durante el proceso y ha ignorado una “carta de último aviso” enviada en febrero de este año.
Desde 2022, la FCC investiga a varios actores tecnológicos chinos —entre ellos Huawei, ZTE, Hangzhou Hikvision y China Telecom— con el objetivo de determinar hasta qué punto han seguido operando en Estados Unidos a pesar de las restricciones impuestas por motivos de seguridad nacional. En esta línea, China Mobile destaca por su comportamiento especialmente reticente frente a los requerimientos del regulador.
Legalmente excluida, pero aún activa según la FCC
En 2019, la FCC determinó que China Mobile está controlada en última instancia por el gobierno chino y representa una amenaza directa a la seguridad de las comunicaciones estadounidenses. A raíz de esa decisión, su solicitud para obtener una autorización internacional bajo la Sección 214 de la Ley de Comunicaciones fue rechazada y sus servicios incluidos en la Covered List, que agrupa a las entidades prohibidas por razones de seguridad.
según la propia FCC, China Mobile “podría seguir operando en Estados Unidos” en "rincones oscuros y opacos del país”
Sin embargo, según la propia FCC, China Mobile “podría seguir operando en Estados Unidos” al interpretar que su inclusión en la Covered List no le impide realizar ciertas actividades no especificadas. Esta ambigüedad habría permitido a la compañía seguir funcionando “en rincones oscuros y opacos del país”, según fuentes internas del organismo regulador.
El conflicto gira en torno a la Sección 214, una disposición de la Ley de Comunicaciones de 1934, actualizada en 2023, que regula la autorización de servicios internacionales. Dicha norma exige a los operadores extranjeros revelar información detallada sobre su estructura de propiedad, solidez financiera y capacidades técnicas, además de someterse a un análisis de impacto en la seguridad nacional.
La FCC utiliza esta herramienta como uno de sus principales mecanismos de control para proteger las infraestructuras críticas del país frente a interferencias extranjeras. “La conducta de China Mobile amenaza con comprometer la capacidad de la comisión para investigar adecuadamente”, se advierte en el documento oficial.
Este nuevo episodio se enmarca en una estrategia más amplia del gobierno estadounidense para limitar la influencia tecnológica china en sus redes de telecomunicaciones.