El premio Marconi 2015, un galardón muy respetado en las ciencias de la comunicación y la información, será para el profesor Peter T. Kirstein, cuya incansable persistencia y sus pioneras contribuciones ayudaron a establecer y expander el Internet en Europa, principalmente. La entrega del premio (valorado en 100.000 dólares) se efectuará en una ceremonia en la Royal Society de Londres el 20 de octubre de 2015.
El premio Marconi se da año tras año a uno o más científicos e ingenieros quienes consiguieron avances en comunicaciones e información tecnológica para la sociedad, económica y cultura.
“Aunque el no es muy conocido aquí en EEUU, Peter es reconocido como el padre del Internet europeo”, declaraba Vint Cerf, co inventor del protocolo TCP/IP. “Las persistentes contribuciones de Kirstein, durante 40 años, a la práctica, adopción e implementación de Internet son incalculables”.
Kirstein creció en Gran Bretaña, estudió en UCLA en Los Angeles, en Cambridge y en la universidad de Standforf donde obtuvo su doctorado. Fue entonces cuando se unió al CERN en Genova donde estuvó cuatro años como físico acelerador de partículas, posteriormente se dedicó al estudio en profundidad de ARPAnet. Consiguió extender la conexión desde EEUU hasta Noruega. También facilitó la conexión de ARPAnet al University College London en 1973. Kirstein también participó en un proyecto satélite para traer varios sites europeos al sistema.
En cuanto las primeras nociones de Internet emergieron, Kirstein enseguida se involucró. Fue el responsable de la implementación del TCP/IP en Europa, a pesar de las dudas que levantaba entre los políticos su adaptación. "Peter fue vital en la mayoría de los proyectos que se dearrollaron en Europa. Fue el que llevo las cosas a cabo, sin duda el que más en el viejo continente”, afirma Philip Treleaven, profesor de computación de UCL
En los años 90 Kirstein centró sus esfuerzos en expandir internacionalmente Internet, ayudando, entre otros proyectos, a establecer la red en India. Los siguientes años ha luchado por llevar Internet a lugares recónditos como el Cáucaso o el centro de Asia.
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