Microsoft ha lanzado un parche de seguridad para todas las versiones de Windows, incluido el 10, que falta unos días para que salga a la luz. El motivo de esta actualización fue darle solución a un grave problema que se le presentó a Microsoft, en el cual se permitía a un atacante hacerse con el control del ordenador.
Según una información de la empresa norteamericana de la que se han hecho eco los compañeros de El Universal, el problema de hackeo venía principalmente por la instalación de programas no deseados, inspeccionar y/o modificar datos y por la creación de nuevas cuentas de usuario.
La manera de operar era mediante una "invitación" al usuario para que abriera un documento o ingresara a una página web poco segura y en donde se emplearan fuentes OpenType.
Desde el departamento de seguridad de Microsoft afirman que descubrieron este fallo mientras supervisaban y revisaban una serie de correos electrónicos que se filtraron en la Red durante el hackeo a la firma Hacking Team (de Italia), hecho que se llegó a hacer público hace menos de un mes, según el portal CNET en su versión en inglés.
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