En los videojuegos, faltan especialistas

Los europeos llevamos jugando con consolas desde 1970 y lo que empezó como algo que parecía muy dirigido a hombres jóvenes y de carácter un tanto individual, ha evolucionado modificando el mercado significativamente. Padres jugando con sus hijos, mujeres gammers ganando terreno a los hombres, incluso desarrolladoras de videojuegos, algo hasta hace unos años estaba reservado casi en exclusividad al sexo masculino, además de ancianos ejercitando cuerpo y mente gracias a consolas interactivas que combinan agilidad mental con ejercicio físico, son claros ejemplos de esta evolución.
Ya no se trata de una batalla persona contra máquina, se trata de una evolución que ha pasado de una reunión de amigos, a los Massive Multiplayer Online Games (MMOG’s). Se ha convertido en una actividad social, internacional e intercultural en la que lo único que prima es la pasión por los videojuegos. La popularización de las redes sociales ha abierto, además, una gran puerta a un nuevo concepto de juego, el “Casual Game” como Candy Crush.

La dificultad principal para cubrir plazas laborales en este campo es sobre todo la rapidez con la que evoluciona

La incorporación de nuevos modelos de comportamiento y relaciones sociales así como la generación de smatphones que han pasado de ser un simple medio para comunicarnos, a casi cumplir las funciones de un ordenador portátil, son dos de los grandes impulsores de este cambio
La industria española del videojuego mantiene una clara tendencia de crecimiento en el sector y facturó 412,14 millones de euros en 2014; un 31% más que en 2013, situándose de esta manera entre las principales industrias nacionales de contenidos digitales. Tanto es así que, según los últimos estudios realizados, el ritmo de crecimiento podría llegar a alcanzar el 26% anual y en lo referente a mobile games podrían suponer 60.000 millones de dólares del total de los 100.000 que equivaldrían al total de la industria en 2017.
No solo se trata de uno de un sector en alza sino que además cuenta con uno de los mayores niveles de contratación hoy en día. Los profesionales de reclutamiento de personal han vivido este cambio en el mercado de primera mano, ya que cada vez son más las empresas que acuden a ellos para externalizar la búsqueda de los perfiles necesarios para la creación de los mejores videojuegos.

Las potencias del mercado

Además, aunque hablamos de un mercado que cada año tiene mayor movimiento y que cuenta con una gran oferta y demanda, no se trata, ni de lejos, de una de las grandes potencias europeas todavía. Son Alemania y Reino Unido los países a la cabeza en inversión, lo que los sitúa como ‘las potencias del mercado’, y cabe destacar que cada vez más, los países del Este y España generan más movimiento dentro del sector.
La dificultad principal para cubrir plazas laborales en este campo es sobre todo la rapidez con la que evoluciona. Es un mundo donde todo se mueve de forma tan vertiginosa que muchos profesionales se van formando sobre la marcha, además de la formación universitaria que puedan tener; fenómeno que no ocurre en otros sectores más convencionales. En este sentido, los profesionales españoles están muy preparados, son personas con la experiencia y la habilidad necesaria para estos perfiles tan específicos en la industria del videojuego.
Debido a todos estos cambios en la industria, la producción ha pasado de ser un proyecto de un solo programador, a involucrar de entre 30 a 60 especialistas y profesionales con un alto perfil profesional entre los que se encuentran: diseñadores, artistas 3D, productores, músicos, expertos en marketing y monetización de videojuegos y (uno de los más valorados) los testeadores. Dadas las exigencias del mercado, las compañías pertenecientes a esta industria recurren a empresas de selección de personal altamente cualificado para asegurar que los proyectos cumplen las exigencias de su público.
La persona o personas que deciden cuándo un juego puede salir a la venta son los antes mencionados testeadores. En este caso, se trata de un perfil profesional muy confundido socialmente. Un trabajo que consiste en jugar durante horas y horas y que además se basa en la gran pasión de quien lo realiza, suena realmente idílico. Sin embargo, la realidad es que requiere una serie de aptitudes y experiencia que convierten a esta figura dentro de la industria en algo más que un ‘friki’ probando un juego. Además de tener excelentes habilidades comunicativas, los testeadores han de tener dotes de negociación y gestión de conflictos, así como una exquisita atención a los pequeños detalles, debe saber identificar los problemas más importantes en cada momento y priorizarlos para dar soluciones en el corto plazo

Texto: Robbie Blue, consultor del área de IT de Antal International en España