Según The Washington Post, el acuerdo es uno de los más grandes de la historia de Uber y marca la primera vez que la compañía resuelve un asunto de esta envergadura con los 50 Estados y el Distrito de Columbia. De hecho, supone la penalización multitestatal más grande impuesta por las autoridades estatales por una violación de datos.

El acuerdo supone la penalización multitestatal más grande impuesta por las autoridades estatales por una violación de datos.

Asimismo, la noticia llega en paralelo a un debate sucedido el miércoles sobre si se debería o no escribir una ley nacional de privacidad del consumidor, con testigos testificando de compañías como Apple, Google o Twitter.

El desarrollo de los acontecimientos

Hace dos años, un grupo de hackers obtuvo los nombres, direcciones de correo electrónico y números de teléfono de 57 millones de conductores y usuarios de la plataforma en todo el mundo, sin llegar a verse comprometidos los números de seguridad social.

La compañía esperó un año para hacer público este hackeo, y por si fuera poco, pagó 100.000 dólares a los cibercriminales para mantener en secreto el incidente.

La violación fue revelada el pasado noviembre, después de una investigación ordenada por Dara Khosrowshahi, director ejecutivo de Uber, quien además solicitó la dimisión del ya ex director de seguridad de la compañía Joe Sullivan y del abogado Craig Clark.

Uber reconoce el robo de los datos 57 millones de usuarios y conductores

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Condiciones del acuerdo

Como parte del acuerdo, Uber deberá llevar a cabo algunos cambios en sus prácticas, así como en su cultura corporativa.

En este sentido, la compañía ha acordado someterse periódicamente a auditorías de sus prácticas de seguridad y establecer un programa que permita a los empleados presentar preocupaciones sobre violaciones de ética que puedan haber presenciado en el trabajo. Asimismo, también ha aceptado tomar precauciones para salvaguardar los datos de Uber que puedan estar en poder de terceros.