Ante esto, Vodafone ha señalado en un comunicado que la compañía espera “construir una relación a largo plazo con Etisalat”. Además, ha garantizado que respaldará a la compañía en la dirección de la firma británica y su plan de negocio y no buscará contar con representación en el consejo de administración.
Por otro lado, Vodafone ha revelado que, por el momento, no tiene pensado hacer una oferta por el resto de la compañía ni “ejercer control o influir en el consejo y el equipo directivo”.
“Respaldar la adopción de una nueva generación de tecnologías”
Por su parte, el consejero delegado de Etisalat, Hatem Dowidar ha indicado en un comunicado que “queremos construir una colaboración estratégica mutuamente beneficiosa con Vodafone, con el objetivo de impulsar la creación de valor en ambas empresas, explorar oportunidades en el rápidamente cambiante mercado global de las telecomunicaciones y respaldar la adopción de una nueva generación de tecnologías”. Además, la compañía de EAU ha señalado que el objetivo de la operación es “lograr una exposición significativa en un líder mundial en conectividad y servicios digitales”.
Vodafone fija objetivos en su mercado local y estudia una fusión con 3 UK
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Vodafone bajo presión
Finalmente, un aspecto bastante determinante de este acontecimiento es que la compra se ha producido en un momento en el que Vodafone se enfrenta a la presión del inversor activista Cevian Capital AB. Esto se debe a que el inversor le ha pedido a Vodafone que simplifique su negocio, y busque otras vías para mejorar los rendimientos. Ante esta situación, la compañía está en conversaciones para combinar sus operaciones en el Reino Unido con el operador rival Three UK, propiedad de CK Hutchison.
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