Con esta operación, el gigante chino impulsará así la creación de una nueva compañía dentro del Grupo como parte del negocio de móviles que lidera Motorola. Esta nueva entidad, que mantendrá el nombre FCNT, continuará el legado de la marca e incluirá el desarrollo de nuevos productos, ventas y servicios. “Trabajando juntas, las marcas de FCNT y nuestra marca Motorola continuarán posicionándose en el mercado”, señalan.
El acuerdo busca reforzar el compromiso de Lenovo con Japón, uno de sus mercados más importantes a nivel global con una amplia trayectoria con los productos Think que se han desarrollado en Japón y un país en el que Lenovo ha invertido significativamente en I+D, centros de innovación, servicios y fabricación. Ahora, el gigante chino podrá reforzar su posición con los operadores, con los que estaba teniendo problemas para incluir los terminales de Motorola, y seguir ofreciendo terminales de gama de entrada con las marcas de FCNT.
Lenovo continuará trabajando con operadores clave en la región para garantizar la continuidad del negocio y el servicio a los clientes
De este modo, el futuro del negocio de FCNT pasa por reforzar la presencia de Lenovo en el mercado de smartphones local, aprovechando la posición de la marca y las ventajas que le otorga el tamaño de Lenovo y su escala global. Por ello, la compañía continuará trabajando con operadores clave en la región para garantizar la continuidad del negocio y el servicio a los clientes.
El negocio de FCNT nace de la división de smartphones de Fujitsu, y es la tercera mayor marca de terminales de este tipo en Japón con la serie Arrows y los smartphones para seniors Rakuraku a través del operador NTT Docomo.
Sin embargo, durante el último año la firma japonesa ha sufrido importantes reveses financieros por la caída en las ventas, el deterioro del yen y el aumento de los costes por la crisis de semiconductores que ha golpeado directamente al flujo de caja de la empresa, provocando su quiebra en mayo de este año.
Japón pierde a sus fabricantes de smartphones
La caída de FCNT es solo una muesca más en el declive de las marcas japonesas en materia de teléfonos móviles. Con ello, Sony se queda como el único fabricante nipón de teléfonos inteligentes de consumo que queda, ya que precisamente en el mismo mes de mayo de este año, el gigante Kyocera anunciaba una revisión completa de sus negocios y el cierre de la división de smartphones, que no venderá nuevos modelos, pero sí mantendrá la atención al cliente de los vendidos hasta la fecha.
A pesar de ello, la presencia en el mercado de smartphones de Sony es prácticamente una ilusión ya que su foco en los creadores de contenidos y fotógrafos sirve más como un ejemplo de las capacidades de sus lentes para vendérselas a otras marcas que para lograr una posición relevante en las cuotas de mercado a nivel global. Además, tanto Kyocera como FCNT tenían un fuerte posicionamiento en la venta de productos sencillos y para personas mayores, cosa que Sony no se plantea.
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