La decisión de Microsoft implica que la Xbox One contará con las mismas características que la 360: no será necesaria la conexión a internet para jugar, y será compatible con juegos de segunda mano. "Nos habéis dicho cuánto os gusta la flexibilidad que tenéis hoy con los juegos distribuidos en discos. La capacidad de prestar, compartir y revender los juegos a vuestra discreción es de una importancia increíble para vosotros. También lo es la libertad de jugar sin conexión a internet" declaró Don Mattrick.
El anuncio llega tan sólo unos días después de que en la presentación en el E3 de la PS4, Sony incidiese directamente en las restricciones que dejarían a la Xbox One por detrás de la nueva PlayStation en todos los ránkings.
En lo que no se han anunciado cambios ha sido en el precio, de 399 dólares, que podría seguir siendo un quebradero de cabeza para el departamento de marketing de Microsoft.
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