El primer dividendo digital o frecuencia que ha quedado disponible tras el apagón analógico de la televisión (800 MHz), parece ser el espectro técnicamente idóneo y económicamente más rentable (a pesar de su precio) para realizar el despliegue de la cuarta generación de telefonía móvil; sin embargo, hoy por hoy, son pocos los países que la han subastado y menos en los que está activa.
Velocidad y calidad
Y el porqué de la importancia de la cantidad de banda asignada o si ésta está en un fragmento u otro del llamado Cuadro Nacional de Frecuencias tiene dos respuestas: la primera porque poder ofrecer velocidades que superen los 100 Mbps de media depende de la cantidad de espectro adquirido por cada compañía –en LTE, cada 5 Mhz equivale aproximadamente a picos de 40 Mbps-; también de los usuarios conectados simultáneamente dentro de la misma celda y de otros aspectos técnicos como la actualización de la estación, el tipo de red que tiene por detrás (backhaul), etc.
El segundo punto determinante es que a frecuencia más baja, mayor cobertura tanto en la distancia como en interiores; de ahí la importancia de la reutilización de aquellas que quedan vacías por cambio de uso como los 900 MHz, el llamado ‘refarming’, o de la liberación del primer y el segundo dividendo digital (800 y 700 MHz) en los cuales 10 MHz son suficientes, si no perfectos, para un despliegue aceptable y rentable.
En EE.UU., por ejemplo, ya se ha dispuesto la banda de los 700 MHz para LTE y se permite fragmentar el espectro en paquetes de 5 y 10 Mhz que si bien ofrece una calidad similar a HSPA, es mejor en cuanto a capacidad, la eliminación de la latencia y la eficiencia del espectro.
LTE desde 2009
Fue en 2009 cuando Telia Sonera (Yoigo en España) encendió la primera red de cuarta generación a la que se vinculaban MODEMS para realizar transmisiones de datos en alta velocidad. Por aquel entonces a los smatphones 4G aún les quedaba un largo camino por recorrer y los tablets con S.O. de móvil no se habían concebido. Hoy, según el último informe sobre la evolución de LTE, realizado por la Asociación de Proveedores de Tecnología Móvil (GSA) y fechada el pasado mes de abril, 361redes LTE están en proceso de despliegue en 114 países, incluidas las 163 que ya son comerciales en 67 naciones. Además, otros 54 se encuentran en pruebas o estudio; lo que significa que 415 operadores en 124 países están actualmente invirtiendo en la cuarta generación y las previsiones hablan de crecimiento y de 248 redes comerciales en 87 países a finales de año.
Estos datos, sumado al hecho de que en diciembre de 2012, 68.330 millones de personas ya lo utilizaban, otorgan a LTE el título de tecnología móvil de mayor y más rápido crecimiento de la historia de las telecomunicaciones aunque no este exento de conflictos: por un lado, está el problema de la armonización del espectro que tanta gloria otorgó a la telefonía GSM; ya que la Unión Europea designó la frecuencia de los 2.6 GHz a LTE porque estaba libre, pero cada país y cada compañía, como hemos visto, ha tomado sus propias decisiones.
Apple empujó LTE sobre 1800
Buen ejemplo es que, a día de hoy, 74 operadores han lanzado en 43 países 4G sobre la banda de los 1800 MHz bien como sistema unibanda o como parte de un entorno multibanda, lo que significa un 45% de las redes operativas; de forma que la antigua frecuencia de telefonía GSM ha pasado a denominarse ‘banda 3’ y dependiendo del número de bloques de megahercios de los que dispone cada compañía en ese entorno, ofrece más o menos velocidad. Apple y su iPhone LTE sobre este tipo de redes han tenido mucho que ver en esta decisión.
El futuro es la agregación
Sin embargo, la tecnología avanza a pasos gigantes y en poco tiempo hablaremos de agregación de portadoras o agregación multibanda; lo cual volverá a cambiar el panorama… por no hablar de la radio cognitiva, donde reside realmente el futuro que acabará con estos problemas.
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