“Ha sido una pesadilla, he vivido un infierno -declaraba el señor Mugró- estaba en medio del bar, con los colegas, cuando quise hacer la broma y acabé así”. Desde su habitación en el hospital del Espíritu Santo de Barcelona, relata la locura en la que se convirtió una acción tan sencilla y mundana como es desbloquear un terminal.
Según han declarado los testigos, al grito de “callaos coño, mirad lo que sabe hacer mi móvil”, Joan Mugró hizo el ademán de una madre lactante que abraza tiernamente a un recién nacido y lo lleva hasta el pecho. Los problemas comenzaron cuando, en lugar de desbloquearse el teléfono, una chispa prendió fuego al vello pectoral de la víctima.
Por suerte para él, la camarera del local mantuvo la sangre fría y roció al pezón ardiente con un chorro de cerveza “de la cara”, como ella misma ha declarado, seguido de algunos lastimeros “¿y esto a mí quién me lo paga?”.
Según han declarado los expertos, el sudor, junto a un único pelo del pecho del señor Mugró Ferit fueron los causantes de la inesperada combustión. Los bomberos de la zona reconocen no haberse encontrado nunca con un caso ni remotamente similar.
Actualmente se está cursando la demanda contra Portaltic, la sección tecnológica de la agencia de noticias Europa Press.
Si (
No(
