“Telefónica está en situación de dominio en fijo, móvil y audiovisual -explicó Peña-. Su posición es anticompetitiva y queremos que lo sancionen porque han infringido las normas. Además, llevamos mucho tiempo esperando a que actúe el Regulador (en referencia a la CNMC) y hay un peligro claro tanto en la actitud de benignidad hacia el incumbente como en la demora”.
Estrategias de exclusión
En criterio de Vodafone, ha existido y existe una estrategia de exclusión de competidores basada en tres tipos de conductas o actuaciones: primero, aquellas dirigidas a retrasar el despliegue de las redes de nueva generación y FTTH (fibra hasta el hogar por sus siglas en inglés). Segundo, la firma de acuerdos con otros competidores, como es el caso de Yoigo para telefonía móvil y Jazztel para la fibra; con un evidente reparto del mercado, en el cual se quedan con las plazas inmobiliarias más interesantes, y provocan una inflación artificial de los precios de acceso a los verticales (infraestructuras dentro de los edificios). Tercero, la comercialización los servicios a través de empaquetamientos abusivos como 'Fusión'.
Por todo ello, la multinacional británica, de fuerte arraigo español, ha pedido a la CNMC la adopción de medidas cautelares entre las que se encuentran: el ajuste de unos precios más adaptados a los costes reales en verticales; la apertura del acceso mayorista a las ofertas comerciales de 50 y 100 megas de Telefónica (ahora limitadas a los 30 Mbps) para poder replicar los servicios de su competidor; el reconocimiento y la declaración de la conductas anticompetitivas y la imposición de obligaciones al incumbente para que no pueda seguir alterando el mercado.
Peña explicó, igualmente, que han intentado reiteradamente hablar con Telefónica, negociar y procurar el despliegue común de infraestructuras. A lo que la compañía española siempre ha respondido con negativas o largas y recordó que la posición de dominante de Telefónica no parte de la inversión de la compañía, sino de la herencia de unas infraestructuras que pagaron en tiempos del monopolio todos los españoles, quienes, ahora, son y serán los principales perjudicados por la falta de competencia.
Orange y Vodafone contra Yoigo
Hace seis meses, Vodafone y Orange ya realizaron una denuncia conjunta por prácticas anticompetitivas ante la CMT (hoy CNMC) tras el anuncio del acuerdo de Telefónica con Yoigo para el lanzamiento del servicio de telefonía móvil 4G (LTE) y que mientras para unos se trata de una cesión de espectro irregular, para otros es un simple acuerdo de roaming.
Abundando en este aspecto, Vodafone considera que cuando menos, Yoigo debería haber cumplido con el requerimiento legal de solicitar por escrito permiso de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información antes de compartir o ceder frecuencias, algo que nunca se hizo.
Así, el regulador abrió un expediente sancionador a Telefónica y a Yoigo pero no estableció medidas cautelares para impedir la comercialización de 'Fusión' y ahora, tiene un periodo de 18 meses para hacer públicas sus conclusiones; demora que la compañía que dirige Antonio Coimbra, considera claramente perjudicial.
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