El futuro está al alcance de la mano y prácticamente todo lo que vemos en las películas o series futuristas se ha visto en CeBIT, aunque sea de forma embrionaria. Empezando por el ya famoso Big Data, del que no dejó de hablarse en toda la feria, y siguiendo por las comunicaciones ‘machine to machine’ (de máquina a máquina).
Otro tema muy popular fue la conducción autónoma, es decir, sin piloto. Audi y Volkswagen demostraron cómo sería en unos años el coche que condujera sin necesidad de una persona al volante.
Sin embargo, si hubo un stand que dejase al público boquiabierto, fue el del Centro de Investigación Alemán para Inteligencia Artificial. Su demostración se basó en demostrar los beneficios de robots con espina dorsal flexible, así como con sensores en los pies.
También fue impresionante la flotilla de mini-submarinos robots que, inspirados en insectos como las abejas o las hormigas, se movían en formación comunicándose entre ellos. Estos pequeños submarinistas podrían ser usados en un futuro cercano para localizar residuos tóxicos o objetos hundidos en las profundidades.
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