Tinder, la app más popular para ligar

Adictivo. Esa es la palabra que define a la perfección Tinder, una aplicación tan sencilla que puede apoderarse de nuestro tiempo sin que siquiera nos demos cuenta. Lanzada en 2012, es cada vez más popilar entre los jóvenes, y los no tan jóvenes, tanto heterosexuales como gays y lesbianas.

¿Cómo funciona Tinder?

La aplicación, disponible para Android e iOS se conecta a nuestro perfil de Facebook, utiliza nuestra información de gustos e intereses, pero no publica nada en nuestro timeline, para alegría de muchos.

Tras dar permiso, la app escoge nuestras últimas cinco fotos de perfil para utilizarlas para que la vean el resto de usuarios, aunque podemos modificarla y colocar las fotos que tengamos en Facebook que más nos gusten. El siguiente paso es configurar la biografía y luego lo más importante: nuestra preferencia sexual. Por defecto está configurado para heterosexuales, pero de forma sencilla podemos cambiar a hombres o mujeres según nuestro gusto.

También podemos configurar la distancia máxima a la que deseamos encontrar usuarios y el rango de edades que nos interesa.

¿En qué se basa la adicción de Tinder?

Tinder logra se adictivo por su sencillo uso. Si enviamos una foto a la izquierda es porque no nos ha gustado el perfil y si la enviamos a la derecha es porque nos interesa. En la facilidad, utilizada por sagas como Candy Crush, radica su adicción.

Los últimos datos advierten que más de 500 millones de perfiles son amados o rechazados cada día por usuarios de entre 18 y 24 años, el público más adicto a la app.

Pero, ¿y cómo establecemos relación con quienes nos han ´gustado´? Sencillo, Tinder habilita la función de chat una vez que dos personas declaran interés mutuo, así garantiza que sólo hablamos con aquellas en las que tenemos interés.

Según Sebastian Knutsson, uno de los creadores de Tinder, "El movimiento de deslizar para dar "like" o "unlike" hace a Tinder adictivo.Y ya era popular en juegos como el Candy Crush donde los jugadores juegan sin pensar mucho los movimientos".

El cofundador, Justin Mateen va más allá: Las redes siempre te conectaban con alguien que ya conocías. La visión de Tinder es un poco diferente: queremos conectarte con nuevas personas. Cuando vas caminando con alguien y tenéis contacto visual con alguien y pensáis: “quiero hablar con esa persona”, no podéis agarrarlo por la calle y decirle algo. La idea es volver a ese momento y poder hacer algo con esa situación que te haría sentir incómodo. Tinder es como entrar en un café. Lo primero que se nota es la apariencia de las personas, lo primero que ves es si alguien te atrae o no".

En efecto, uno de los valores de mayor interés de Tinder es que podemos ajustar la geolocalización. Así, al entrar a una cafetería, podremos saber si alguno de los presentes está o no en la app, porque nunca se desconecta, y siempre está trabajando, mostrando nuestro perfil a cientos de personas.