Un grupo de ciberdelincuentes ha filtrado unos 7,5TB de información de una contratista del servicio de inteligencia ruso (FSB), que incluye, entre otras cosas trabajos para desanonimizar la red Tor.
Acusan al FBI de haber pagado alrededor de un millón de euros a una universidad americana, la Carnegie Mellon University, para que descubran la identidad de muchos usuarios de la red Tor.