El acuerdo abre la puerta para que ambos operadores compartan las redes para la conectividad 2G y la red 4G en 700MHz. Además, se analizarán las oportunidades de eficiencia y reducción de costes en operaciones y mantenimiento de infraestructura, entre otras, energía eléctrica y alquiler de sitios.
Las compañías van a evaluar oportunidades de compartición de redes en otras tecnologías. Según Christian Gebara, presidente de Vivo, el acuerdo busca mejorar la experiencia del cliente y liberar inversiones para tecnologías de futuro.
"Buscamos una mejora relevante en la experiencia de cliente, así como una reasignación de recursos para nuevas tecnologías como 4G, 4,5G y Fibra"
“En un momento en el que la demanda de datos crece exponencialmente, buscamos una mejora relevante en la experiencia de cliente, así como una reasignación de recursos para nuevas tecnologías como 4G, 4,5G y Fibra”, ha destacado Gebara.
Por su parte, el presidente de TIM, Pietro Labriola, ha señalado que “compartir infraestructuras es la solución industrial clave para el desarrollo de las telecomunicaciones en el país, con miras a la introducción de nuevas tecnologías”.
Este acuerdo representa así una “iniciativa eficiente”, que aumenta la velocidad de implantación de redes, reduciendo el nivel de costes e impactos”.
90 días de discusiones
El documento firmado por TIM y por Vivo está alineado con los desafíos con la optimización del uso de energía y de los espacios públicos, siguiendo las prácticas internacionales e impulsando el proceso de digitalización sostenible de Brasil.
Con este acuerdo de intenciones, las empresas trabajarán de forma conjunta para cerrar un plan de compartición a lo largo de los próximos 90 días que, una vez concluido, será sometido a aprobación por parte de las autoridades.
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