El Tribunal Supremo de Brasil ha emitido un ultimátum a la plataforma X, antes Twitter, exigiendo que la empresa nombre un representante legal en el país dentro de las próximas 24 horas.
De no cumplir con esta orden, Brasil amenaza con bloquear la aplicación en el país, según lo dictaminado por el juez del Supremo, Alexandre de Moraes, una medida que intensifica el conflicto entre el multimillonario Elon Musk, propietario de X, y el sistema judicial de Brasil.
El enfrentamiento se originó después de que X anunciara el cierre de sus oficinas en Brasil, una decisión tomada en respuesta a las crecientes presiones del Tribunal Supremo, que ha estado activo en la lucha contra la desinformación y el discurso de odio en el país.
Moraes, quien ha liderado esta iniciativa, ordenó previamente el cierre de varias cuentas en la plataforma vinculadas a la difusión de noticias falsas, en especial tras los disturbios ocurridos en enero de 2023, cuando simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro irrumpieron en edificios gubernamentales.
Ante las órdenes del Tribunal Supremo, Elon Musk ha defendido la reapertura de cuentas que habían sido suspendidas, alegando que los principios de libertad de expresión son fundamentales, incluso si eso significaba perder ingresos en Brasil. Esta postura llevó a X a cerrar sus oficinas en el país, aunque el servicio sigue disponible para los 20 millones de usuarios brasileños. Sin embargo, el Tribunal Supremo ha insistido en que, para operar en Brasil, es necesario cumplir con las leyes locales, lo que incluye tener un representante legal en el territorio.
La falta de cumplimiento con esta orden podría resultar en el bloqueo total de X en Brasil, lo que significaría una pérdida significativa tanto para la empresa como para los usuarios brasileños. Brasil, siendo el mayor mercado de América Latina, representa un sector clave para X, y su salida del país tendría un impacto considerable en la presencia global de la plataforma.
En este sentido, Musk ha respondido a través de la propia plataforma asegurando que el juez acabará en prisión “algún día”, utilizando una imagen del propio Moraes elaborada con la IA generativa de la plataforma, Grok, que muestra al juez tras unas rejas.
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