En cuanto a su mecanismo, la idea es que las personas puedan indicarle a ChatGPT que retenga información específica sobre ellos, como sus preferencias por programar en Javascript, el nombre de su jefa (Anna) y la alergia de su hijo a las batatas. Y que a su vez, ChatGPT vaya recolectando información a medida que las personas le hacen las preguntas y recibe respuestas, almacenando estos detalles a lo largo del tiempo. El objetivo es que ChatGPT se sienta más personalizado e inteligente sin necesidad de recordar estos detalles cada vez. Cada GPT personalizado también tiene su propia memoria.
En cuanto a la privavidad, OpenAI asegura que los usuarios tienen el control de la memoria de ChatGPT y han entrenado al sistema para que no recuerde información sensible como datos de salud. Además, OpenAI está lanzando el Chat Temporal, una especie de modo de incógnito que permite tener conversaciones rápidas sin afectar los recuerdos que ChatGPT tiene sobre la persona. También existe la opción de desactivar la memoria por completo desde cuenta.
Por defecto, la memoria estará activada y OpenAI afirma que se utilizará para entrenar los modelos en el futuro. Sin embargo, las empresas que utilizan ChatGPT Enterprise y Teams no enviarán sus datos a los modelos.
Por ahora, la memoria es solo una prueba y está disponible para una "pequeña porción" de usuarios, según lo anunciado por la compañía en su blog.
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