Fundada en 2014 como Hyperloop Technologies, la empresa recaudó alrededor de 450 millones de dólares en fondos de capital de riesgo y otras inversiones. A lo largo de su historia, ha cambiado de nombre varias veces, pasando de Hyperloop Technologies a Hyperloop One en 2016, luego a Virgin Hyperloop One, y finalmente, en 2020, eliminó el "Virgin" durante la pandemia, adoptando su nombre actual. En este último periodo, la empresa redujo su enfoque en el transporte de personas, centrándose más en el transporte de cargas.
Sin embargo, los desafíos tecnológicos y financieros no permitieron que Hyperloop One cumpliera su visión futurista. A pesar de recaudar una considerable suma de dinero y construir circuitos de prueba, nunca logró superar los obstáculos de diseño y coste asociados con su proyecto. Uno de sus prototipos en Nevada, por ejemplo, solo alcanzó los 172 kilómetros por hora en viajes con personas, muy lejos de la ambiciosa meta de 1.200 km/h para 2020.
La falta de contratos para construir un hyperloop funcional y las críticas sobre la viabilidad y los altos costes de la tecnología contribuyeron al declive de la empresa. Aunque Hyperloop One no logró materializar la visión de Elon Musk presentada en 2013, que inspiró su creación, la tecnología Hyperloop aún suscita interés y proyectos en desarrollo en diferentes partes del mundo.
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