Lagarde subraya así la importancia de que la eurozona tome las riendas de su destino financiero, tanto en términos de la forma en que la moneda circula como de la infraestructura que la respalda. La iniciativa de un euro digital no busca reemplazar el dinero en efectivo, sino ofrecer una versión digital que esté alineada con las necesidades y avances tecnológicos de la actualidad. "Tenemos que prepararnos para el futuro y tenemos que ser soberanos también en ese sentido", defiende Lagarde.
La presidenta del BCE advierte sobre los riesgos de no tomar medidas proactivas en este sentido. Destaca la posibilidad de que, en el futuro, la eurozona se encuentre en una posición vulnerable, bajo el ataque de otras monedas o incluso de empresas tecnológicas que podrían gestionar aspectos cruciales de su sistema financiero.
Criptomonedas
En otro ámbito, Lagarde aborda el tema de las criptomonedas, calificándolas como activos "altamente especulativos". En particular, destaca el riesgo de pérdida total de la inversión, pero reconoce su utilidad en transacciones que podrían enfrentar sanciones legales de otra manera.
La presidenta del BCE comparte su opinión personal sobre las criptomonedas, revelando que su propio hijo experimentó una pérdida significativa en sus inversiones en criptoactivos. Este testimonio personal refuerza su postura cautelosa y subraya la volatilidad y los riesgos asociados con este tipo de activos.
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