Los datos de las empresas se pueden filtrar de diferentes modos. Además, en muchos casos esto pasa de manera involuntaria. “Durante la pandemia, quienes tuvieron que teletrabajar utilizaron los ordenadores corporativos con otros propósitos, como jugar a videojuegos online, ver películas o utilizar plataformas de aprendizaje. En 2020, el 46% de los empleados jamás había trabajado en remoto. Ahora, dos tercios de ellos aseguran que no volverá a la oficina, mientras el resto reconoce tener una semana presencial más corta. Es una tendencia que ha llegado para quedarse y que supone una amenaza económica para las empresas”, así lo ha dicho Kaspersky en un comunicado.
Afortunadamente, después de la pandemia, el nivel de ciberseguridad ha mejorado, pero el uso de ordenadores de empresa utilizados para el entretenimiento es una de las formas de acceso más comunes a la red interna de una organización. Un ejemplo de ello es cuando se utilizan fuentes alternativas para la descarga de películas o series, ya que se pueden encontrar diferentes tipos de malware: troyanos, spyware, backdoor o adware. En base esto, el 35% de los usuarios que fueron vulnerados a través de plataformas de streaming se vieron afectados por troyanos.
Los ataques cibernéticos están afectando a las pequeñas y medianas empresas
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Por otro lado, los ataques DDoS ponen al “límite los recursos de la empresa, como su página web”. Su mecanismo es el siguiente, se envían múltiples solicitudes de acceso a la página para sobrepasar su capacidad de gestionar el tráfico. El volumen de peticiones es tan grande que deja de funcionar con normalidad.
El malware está por todas partes
El malware está por todas partes. Por lo tanto, es importante asegurarse de que los archivos descargados no contengan virus. Los encriptadores son una amenaza activa, ya que buscan obtener dinero o información privada de las empresas. Una cuarta parte de las pymes usan programas sin licencia para ahorrar costes, pero estos pueden incluir archivos maliciosos y dañar la red corporativa. Además, hay brokers ilegales que permiten el acceso a terceros a las empresas, lo cual tendrá graves consecuencias en 2023.
Desde que comenzó la pandemia, muchas empresas han migrado parte de su trabajo a Internet y han aprendido a usar herramientas de colaboración. Un ejemplo destacable es el incremento del uso de Microsoft Office 365. Esto no es sorprendente, ya que los estafadores se concentran cada vez más en las cuentas de los usuarios de esta plataforma. Para engañar a las personas, recurren a todo tipo de tretas para que ingresen sus contraseñas en sitios web falsos que imitan ser los verdaderos.
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