De acuerdo con el informe, los principales peligros de seguridad cibernética de los juguetes inteligentes incluyen la posibilidad de uso malintencionado para espiar hogares, así como el robo de datos personales o de acceso, de datos almacenados, imágenes, sonido y hasta el control remoto del dispositivo. Tampoco se descartan la interceptación de comunicaciones, los ataques de denegación de servicio y las suplantaciones de identidades.
Por su parte, José Rosell, socio-director de S2 Grupo, ha dicho que "hemos de tener en cuenta que estos ciberpeligros conllevan daños importantes contra la privacidad de los menores y los hogares. Debido a la naturaleza y a las limitaciones técnicas de este tipo de dispositivos, hemos detectado niveles muy bajos de seguridad en ellos y esto es especialmente grave porque la información confidencial que puede verse comprometida pertenece a menores de edad, uno de los colectivos más vulnerables".
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Según la investigación, los juguetes inteligentes están cada vez más presentes en los hogares europeos, ya que se observa un abrumador crecimiento en la popularidad de los smart toys en niños, con al menos un dispositivo en las casas. Además, se espera un aumento del 28% en las ventas de estos productos para el año 2026, lo que se verá aún más impulsado por la tecnología 5G. Se calcula que el número de suscripciones de teléfonos inteligentes 5G aumentará drásticamente y llegará a 2.451 millones para el año 2025, en comparación con los 580 millones registrados a fines de 2021.
En base a esto, Rafael Rosell, director comercial de S2 Grupo, ha dicho que "los juguetes inteligentes están caracterizados por contener elementos electrónicos integrados para que puedan adaptarse a las propias actividades del usuario. De este modo, los juguetes inteligentes pueden procesar más información de una mayor variedad de sensores como, por ejemplo, micrófonos, reconocimiento de voz, cámaras, sensores de proximidad, transmisores de radio o bluetooth para establecer comunicaciones entre varias partes del juguete. El dispositivo está controlado por software y contiene elementos de inteligencia artificial, cuestión que implica la capacidad de aprender y procesar información del usuario".
Expertos de la compañía S2 Grupo han enfatizado que los compradores de juguetes inteligentes, especialmente los adultos, deben tener en cuenta los posibles riesgos asociados a estos productos. Han subrayado la necesidad de que las empresas jugueteras cumplan las regulaciones legales y técnicas con respecto a la privacidad de los datos de los usuarios. También han recomendado que las familias registren la información mínima necesaria al usar estos juguetes y hagan uso de su derecho al acceso y eliminación de datos almacenados por el dispositivo.
En su primer 'Informe sobre la ciberseguridad de los smart toys', el equipo de S2 Grupo destacó que los juguetes inteligentes ofrecen importantes beneficios para el aprendizaje, entretenimiento y desarrollo socio-cognitivo de los niños. Aunque los padres perciben la tecnología como una fuerza transformadora y capaz de mejorar la vida de sus hijos, el informe también señala que esto genera ciertas inquietudes.
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