A diferencia de la tecnología W-CDMA, que tardó 10 años en alcanzar esa cifra, la 4G ha avanzado a pasos agigantados y lo ha logrado en apenas seis años.
Las velocidades de la conectividad móvil han aumentado y con ellas nuestra necesidad de consumo de más y más datos. Si a la tecnología W-CDMA le costó 10 años llegar a 1000 millones de usuarios el caso de LTE es diferente: lo ha hecho apenas en seis años.
Los datos ofrecidos por Ovum aseguran que en 2015 se superó un poco esta cifra lo que deja ver cómo la conexión LTE avanza en el mundo, aunque sobre todo en entornos urbanos. Se espera que la tendencia haga que en 2020 el 3G y el 4G estén en el 85% de los smartphones del mundo, lo que haría que ese año existan 3620 millones de conexiones de alta velocidad.
Este incremento se deberá en gran parte por el avance de China e India y el crecimiento de esta tecnología en zonas rurales. Como es lógico, LTE no crece igual en todo el mundo. Apenas cinco países tienen el 75% de las conexiones: China, Estados Unidos, Japón, Corea del Sur y Reino Unido, en ese orden.
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