La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha rechazado el incremento del precio mensual de la línea fija 1P propuesto por Telefónica al considerar que vulnera su obligación de garantizar la asequibilidad del servicio universal.
La propuesta afectaba a una tarifa cuya cuota actual es de 17,40 euros mensuales (IVA incluido), sin incluir llamadas, y que presta servicio a un grupo de usuarios en situación de especial vulnerabilidad.
Aunque el número de líneas fijas no empaquetadas en España es cada vez más reducido, el perfil de quienes aún las utilizan justifica una protección especial. Según datos de la CNMC, el 92% de los clientes de esta modalidad de línea son personas mayores de 65 años. Más del 80% se enmarca en un nivel socioeconómico bajo o medio-bajo, y en su mayoría son jubilados o personas dedicadas a labores del hogar, residentes en zonas rurales y con bajo nivel educativo.
En este contexto, la CNMC concluye que el aumento de precio propuesto en octubre de 2024 no resulta compatible con el mandato de asequibilidad recogido en la Ley General de Telecomunicaciones (LGTel). Esta normativa exige que el servicio universal, que incluye la telefonía fija, sea ofrecido a un precio razonable, en especial a usuarios con menos recursos y menor capacidad de adaptación tecnológica.
Supervisión del servicio universal
La Ley otorga a la CNMC la responsabilidad de supervisar que los operadores encargados del servicio universal –en este caso Telefónica, designada por el Ministerio para la Transformación Digital– cumplan con sus obligaciones. Aunque los precios minoristas están liberalizados, la prestación del servicio universal está sujeta a condiciones específicas. Entre ellas, se incluye que el precio no suponga una barrera económica para su acceso.
El informe técnico del regulador sostiene que, desde la última subida aplicada en 2013, los costes del servicio se han reducido, entre otros motivos, por la adopción de tecnologías como el acceso fijo radio. Además, los precios de los servicios de comunicaciones en general han caído un 7,4% desde ese año, y en el caso de la telefonía fija empaquetada con banda ancha, el descenso alcanza el 65%.
Frente a esta evolución descendente, el precio de la línea fija 1P de Telefónica ya es superior al de otros operadores que ofrecen servicios similares con llamadas incluidas, con tarifas que oscilan entre 12,95 y 14,60 euros. Por tanto, la subida no se corresponde ni con el comportamiento del mercado ni con una necesidad justificada de coste.
Eficacia limitada del abono social
La CNMC también subraya que el mecanismo de abono social, que reduce en un 90% la cuota de abono para personas en situación de vulnerabilidad, tiene una incidencia muy limitada entre los usuarios de línea fija 1P. Solo un 4,5% de los potenciales beneficiarios se acoge actualmente a este descuento, lo que refuerza la necesidad de mantener la tarifa básica asequible sin depender exclusivamente de medidas complementarias.
En consecuencia, el organismo regulador ha instado a Telefónica a desistir de aplicar la subida de precio comunicada, al considerar que no se ajusta a los principios de equidad y accesibilidad que deben regir el servicio universal.