La presentación ha estado liderada por representantes de ambas entidades, quienes han destacado la creación del certificado ATEC (Accesibilidad de Tecnologías), un estándar de evaluación que Fundación ONCE desarrolló durante la pandemia con el objetivo de garantizar que los dispositivos tecnológicos sean accesibles para todos los perfiles de discapacidad.
Samsung, compromiso global con la accesibilidad
Miguel Ángel Ruiz, responsable de innovación en Samsung España, ha explicado que la compañía surcoreana lleva años comprometida con la accesibilidad de sus productos: "nuestra visión como empresa es desarrollar tecnología para todos", afirma. Samsung fue, de hecho, la primera entidad que solicitó la evaluación de dispositivos más allá de los móviles, marcando así el punto de partida para la internacionalización del certificado ATEC.
Con una larga trayectoria a este respecto, la coreana comenzó a certificar con Fundación ONCE desde el lanzamiento del Galaxy S7, y a partir de 2021 todos sus dispositivos móviles y televisores se han evaluado bajo el estándar ATEC. En total, más de 80 modelos han sido certificados, lo que representa más de 10 millones de dispositivos móviles y más de 2 millones de televisores accesibles en el mercado. Además, la certificación se ha extendido a productos como cámaras, proyectores (como el Freestyle), mandos o tablets.
Ruiz ha destacado también los avances tecnológicos implementados en sus dispositivos antes incluso de que fueran obligatorios por la ley. Ejemplo de ello es el sistema de ajuste de imagen mediante inteligencia artificial, que mejora el contraste y los contornos para personas con baja visión, así como funciones de pantalla duplicada con versiones optimizadas del contenido.
Hacia los electrodomésticos accesibles
Uno de los anuncios más esperados en esta materia ha sido la próxima inclusión de electrodomésticos inteligentes en el proceso de certificación, ya que Samsung considera que en una sociedad cada vez más digitalizada, donde los botones físicos desaparecen y se prioriza la interacción táctil o por voz, hay que asegurar que estos productos también sean accesibles para personas con cualquier tipo de discapacidad.
En concreto, el fabricante ha detectado que, al reducirse los botones físicos, muchos usuarios con discapacidad visual o motriz encuentran dificultades para manejar los aparatos. Por ello, en su nueva línea de gama blanca, la empresa está implementando interfaces más inclusivas y ha iniciado el proceso de certificación ATEC para estos productos.
Referente internacional
Durante su intervención, Miguel Angel Ruiz ha realizado un reconocimiento a Fundación ONCE como referente mundial en accesibilidad tecnológica. Ruiz ha revelado que ingenieros de Samsung Corea han visitado España en varias ocasiones para recibir asesoramiento técnico y aprender de la experiencia de la Fundación. "Nuestros compañeros coreanos ya preguntan si un producto ha sido certificado por la ONCE. Eso demuestra el prestigio que tiene fuera de nuestras fronteras", ha comentado.
Este reconocimiento internacional refleja no solo el impacto de ATEC como estándar de accesibilidad, sino también el valor del enfoque inclusivo que promueve Fundación ONCE. Un enfoque que no solo beneficia a las personas con discapacidad, sino también a todos los usuarios, al mejorar la experiencia de uso general de los dispositivos.
El certificado ATEC
Según ha explicado la Fundación ONCE, líder mundial en el campo de la accesibilidad, en franca competencia con Estados Unidos, Canadá y Japón, la idea surgió a raíz de las primeras evaluaciones, centradas únicamente en televisores; pero pronto se dieron cuenta de que era necesario dar un paso más y evolucionar hacia dispositivos móviles. Así, tras el diseño del certificado, en 2021, comenzó la evaluación y certificación de distintos productos tecnológicos.
Entre 2021 y 2024, Fundación ONCE ha certificado una amplia gama de dispositivos: móviles, televisores, escáneres, electrodomésticos, proyectores, portátiles e incluso cargadores de coche. Todo ello en base a un estándar europeo que define las características que debe tener cualquier tecnología para ser considerada accesible.
"Para que un dispositivo sea verdaderamente accesible, no basta con que lo diga un manual técnico; debe ser probado por personas reales con distintas discapacidades"
Una de las claves del proceso de certificación es su enfoque inclusivo y multidisciplinar, ya que la evaluación no se limita a pruebas técnicas, sino que participan en ella personas con diferentes tipos de discapacidad (visual, cognitiva, física, etc.) que valoran los dispositivos desde su propia experiencia como usuarios. "Para que un dispositivo sea verdaderamente accesible, no basta con que lo diga un manual técnico; debe ser probado por personas reales con distintas discapacidades que lo usen en su día a día", ha afirmado Lourdes González Perea, responsable del departamento de Accesibilidad Tecnológica de Fundación ONCE. También ha explicado que entre los perfiles que intervienen se encuentran técnicos con gran experiencia en estándares internacionales y usuarios cualificados que aportan una visión práctica e inclusiva.
Este tipo de iniciativas no solo cumplen con los requisitos legales establecidos por la normativa europea, sino que también promueven una sociedad más justa, equitativa e inclusiva. Porque, como concluyeron los portavoces, “la accesibilidad no es solo para las personas con discapacidad; es para todos”.