Esta acción se produce en el contexto de un endurecimiento de los controles de exportación por parte de la administración del presidente Donald Trump.
Según avanza Bloomberg, funcionarios del gobierno han informado a TSMC que su autorización de usuario final validada (VEU) para su planta en Nanjing, China, será cancelada el 31 de diciembre.
Ante esto, TSMC ha explicado que están evaluando "la situación y tomamos medidas apropiadas, incluida la comunicación con el gobierno estadounidense, seguimos plenamente comprometidos a garantizar el funcionamiento ininterrumpido de TSMC Nanjing”.
Medidas similares contra otras empresas
La semana pasada, el gobierno estadounidense tomó medidas similares contra Intel, SK Hynix y Samsung al revocar sus autorizaciones para recibir equipos de fabricación en China. Según la agencia de noticias, las exenciones para estas empresas también expirarán en aproximadamente cuatro meses.
A pesar de que TSMC tiene una presencia manufacturera relativamente pequeña en China en comparación con Samsung y SK Hynix, este cambio en la política podría tener implicaciones significativas para la industria tecnológica.
Impacto en la industria tecnológica
La decisión del gobierno estadounidense refleja una tendencia más amplia hacia el control y regulación del suministro tecnológico hacia China, lo cual es visto como una medida para proteger la seguridad nacional y mantener la ventaja competitiva en el sector tecnológico. A medida que las tensiones entre Estados Unidos y China continúan aumentando, es probable que estas políticas se mantengan o incluso se intensifiquen.
Las repercusiones de esta revocación no solo afectarán a TSMC, sino que también podrían influir en toda la cadena de suministro global de semiconductores, un sector crucial para diversas industrias, desde la automotriz hasta la electrónica de consumo.