Durante mucho tiempo, el principal objetivo de los proyectos de cables submarinos ha sido la expansión del ancho de banda, pero ahora su papel está evolucionando para abarcar otras metas estratégicas.
La era digital está siendo testigo de un aumento sin precedentes en el consumo de datos: en 2024, el volumen mundial de datos creados, capturados, copiados y consumidos alcanzó los 149 zettabytes, una cifra que Statista prevé que aumente a 181 zettabytes a finales de 2025. Impulsada por esta era digital, existe una intensa competencia por desplegar cables submarinos de última generación a lo largo del fondo oceánico y así crear las arterias que permiten conectar todos los continentes del mundo en cuestión de segundos
Hoy, el enfoque entorno a los datos está cambiando. La atención ya no se centra únicamente en la cantidad de datos que podemos transferir, sino en cómo los podemos mover con mayor inteligencia, seguridad y responsabilidad. Esta evolución marca un punto de inflexión significativo en la era digital.
Más allá del ancho de banda: en sintonía con la nube
Con grandes actores tecnológicos como Google, Microsoft y Meta invirtiendo directamente en su propia infraestructura de cables submarinos, el panorama de la transmisión global de datos está experimentando una transformación profunda. Más allá del ancho de banda, estas empresas están creando ecosistemas digitales integrados en los que redes, centros de datos y servicios en la nube funcionan sin fisuras como una sola unidad.
El diseño de los cables submarinos está cada vez más impulsado por los requisitos de la computación a gran escala, con un enfoque en la creación de rutas optimizadas, arquitecturas resilientes e integración fluida con vastas redes de centros de datos. Un objetivo central es mejorar la eficiencia, aportar flexibilidad y asegurar una alineación estratégica a largo plazo.
El giro verde: la sostenibilidad en el centro
Uno de los desarrollos más inspiradores en la industria de los cables submarinos es el cambio hacia la sostenibilidad. Durante años, el rendimiento y la fiabilidad fueron las únicas medidas de éxito. Hoy, a medida que el cambio climático se acelera y los costos ambientales de la infraestructura digital son objeto de mayor escrutinio, la industria tecnológica enfrenta un imperativo urgente: reducir su huella.
El futuro de este sector se está definiendo en la actualidad a través de proyectos pioneros que exploran e implementan activamente soluciones a retos clave, como el uso de materiales sostenibles, el desarrollo de infraestructuras energéticamente eficientes y la adopción de prácticas marinas respetuosas con el medioambiente.
Construyendo una columna vertebral sostenible
Como componentes críticos de la infraestructura digital global, los cables submarinos de fibra óptica transportan más del 99% de todo el tráfico de datos intercontinental. La creciente importancia de la conectividad digital es innegable, ya que constituye la base de todo, desde la inteligencia artificial hasta la economía mundial. Pero esta importancia acarrea también una gran responsabilidad.
Construir la próxima ola de redes submarinas exige integrar el alto rendimiento con rigurosos estándares de sostenibilidad, forjando un camino en el que el progreso digital y la protección del planeta se den la mano. La industria de los cables submarinos ha llegado a un punto de convergencia, donde el futuro se define tanto por soluciones innovadoras como por un desarrollo sostenible.
Al adoptar prácticas respetuosas con el medioambiente y diseñar redes que sincronicen tanto con la infraestructura en la nube como con la sostenibilidad ambiental, podemos establecer los cimientos de un futuro digital más sostenible.
Autor: Joan Monrabá, director general de Colt Technology Services en España