Hace una semana se encontró el cadáver de un hombre en la sede de Apple en Cupertino, exactamente en una de sus salas de videoconferencias. La causa de la muerte es, todo parece indicar, un suicido por disparo en la cabeza.
El ingeniero de 25 años fue encontrado por otro empleado que llamó a la policía de Santa Clara. Fueron éstos quienes encontraron el cuerpo y ratificaron la mala noticia.
Apple ha permanecido unos días en silencio sobre el asunto -presumiblemente por secreto de sumario- pero ya ha lanzado un comunicado en el que afirma lo siguiente: “Estamos desconsolados por la trágica pérdida de un compañero joven y talentoso. Nuestros pensamientos y profundas condolencias van para su familia y amigos, incluidas las muchas personas que trabajaban con él aquí en Apple. Estamos trabajando para apoyarles como sea posible en este momento difícil”.
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