El satélite QUESS (Experimentos con Cuantos a Escala Espacial, en inglés) se ha lanzado desde el desierto del Gobi, en China, con el objetivo de poder enviar mensajes a través de fotones en lugar de electrones y reforzar la seguridad contra el espionaje.
El satélite “a prueba de hackers” estará situado a 500km de la superficie y dará un giro planetario cada 90 minutos durante los próximos dos años. Según El Mundo, este satélite es la avanzadilla a una posible red de iguales que puedan dar mensajes indescifrables globalmente. Ya se han enviado mensajes cuánticos a nivel terrestre pero nunca antes a nivel espacial, con las mejoras en velocidad de transmisión y alcance que conlleva.
Y es que, en esta época en la que todo el mundo está obsesionado con las comunicaciones cifradas, los chinos dan un primer paso en instaurar un sistema eficaz, fuerte e inalterable, por lo menos sin que los afectados se den cuenta.
Mensajes por fotones en vez de electrones
Actualmente los teléfonos móviles y los dispositivos electrónicos transmiten su información a través de electrones, y son vulnerables al hackeo. Esto pasa porque al “pinchar” un teléfono, por ejemplo, se deriva una parte de la información mientras que el total del mensaje sigue llegando al destinatario. Esto provoca que el robo de información pase inadvertido para las partes afectadas.
Con una red cuántica, en cambio, es imposible separar partes del mensaje sin alterar el total por lo que que induce a errores en la transmisión del mensaje y es fácil de detectar por las partes legítimas.