Las eSIM, o SIM integradas en dispositivos, estarán instaladas en más del 50% de los dispositivos móviles conectados y serán el eje principal de la conectividad en la era del IoT y el M2M, según un estudio de Juniper Research.
El informe anotó que la introducción de estos pequeños chips va a aumentar la presencia de los proveedores de servicio y operadores a la hora de mejorar las capacidades de conexión y aumentar el número de promociones y suscripciones.
Durante 2015 el encargo de eSIMs incrementó un 48%, sobre todo por demanda europea. Los pedidos también aumentaron en Japón y Corea del Sur, dos mercados maduros en servicios M2M. Además, los sectores de la automoción (no es de extrañar que en un futuro próximo todos los vehículos deban integrar una eSIM) y de la energía son dos grandes campos de cultivo para el desarrollo de esta tecnología.
Además, alrededor de 23 operadores móviles se han unido a la adopción de la tarjeta SIM integrada y, de ellos, once compañías ya cuentan con experiencias comerciales piloto, como Orange, Telefónica o Vodafone. Por lo que el impulso para que esta tecnología esté instalada en 2020 parece real.
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