Nueva York renovó sus míticas cabinas de teléfono callejeras y las convirtió en puntos de acceso WiFi gratuito. Una idea innovadora que no ha tenido los frutos esperados.
Y es que, el famoso refrán español de que si a alguien le das la mano te coge el brazo, se ha cumplido en este caso. El acceso público a Internet estaba disponible para que la gente pudiera hacer comprobaciones básicas en Internet como revisar mail, hacer una búsqueda o chequear un mapa. La gente se ha dedicado a utilizarlo de otra manera.
El consorcio de cabinas LinkNYC ofrecen Internet gratis y alta velocidad. Algunos ciudadanos las han utilizado para fines más lucrativos y se han apropiado de ellas. Ver porno o series de Netflix es alguna de las acciones que ha provocado que se colapsen.
"En algunas áreas de la ciudad los puntos WiFi están monopolizados por personas, que prácticamente han construido campamentos a su alrededor: beben, se drogan y los utilizan para ver pornografía, incluso cuando hay niños cerca, o para reproducir música a todo volumen", explica Corey Johnson, concejal de Nueva York.
La solución a la que han llegado desde las juntas de distrito es quitar la pantalla del LinkNYC y que sólo sea un proveedor de Internet para dispositivos personales.
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